Análisis

Javier Gómez: A la espera de los medios marca ‘Trump’

Casi todo el mundo sabe que Signal y Telegram ganaron muchos adeptos desde que “guasáp” (WhatsApp) anunció una mayor invasión a la privacidad de sus usuarios, que luego llenó de flores y edulcoró, para detener la hemorragia de usuarios cansados de tales arbitrariedades, que a duras penas está logrando contener.

Para mí, no se trata, esta vez, de que obtengan más datos de sus usuarios: se trata de la actitud pedante que han demostrado varias redes y medios, no solo Facebook, al creer que pueden pensar por nosotros y usar lo que saben de cada uno para imponernos el “poderío progre”. Se trata de la reacción, de obstinación quizá, a las imposiciones legales y a las trampas que han hecho; a las brutales campañas de apoyo a todo lo que apoya al nuevo Hades y a sus criaturas “fobias” hijas desatadas, es decir, la nueva izquierda y sus insufribles derivados: ideología de género, anticrisianismo, feminazismo, ecologismo exacerbado, inclusión forzosa y anacrónica (acompañada de la ridícula noción de “apropiación cultural”) y demás yerbas; todas a la larga cortadas por la misma tijera de funcionar por imposición ilógica a través de buscar implantarlas mediante adoctrinamiento, leyes, y apoyo estatal solo porque creen que pueden hacerlo.

Señores de Facebook, Hollywood, Netflix, y demás emporios comunicacionales/tecnológicos: aunque desmoneticen a quienes no favorecen su pensamiento “progre”, alteren los logaritmos de búsqueda, invadan más la privacidad, hagan cálculos y acepten perder dinero (como lo hacen mediante las porquerías que producen para adoctrinarnos estilo “Ángeles de Charlie”); hagan politizaciones baratas de sus premiaciones; ejerzan cancelación de adversarios y demás estrategias “legales” e ilegales con las que suelen arremeter, la mayoría silente habla, y además, también sabe manifestarse mediante algo por lo que ustedes se mueven y les duele, creo que más a quienes ustedes adversan… el dinero.

Apenas salgan los medios alternos que Trump prometió, muchos de nosotros, los que adversamos toda esta absurdidad emocionalista, izquierdosa y antivida, saldremos haciendo una estampida de usuarios, y no habrá vuelta atrás. Trump, hombre de negocios, lo sabe. Y el dinero no tiene lealtad, es el único animal que ataca huyendo.

El mercado de opciones de privacidad está creciendo cada vez más. Ya no es simplemente que Facebook “sea de viejos” e Instagram o Tik Tok y Youtube sean ahora lo que está de moda, se trata de que nos hicieron enfadar porque se les pasó la mano. Se trata de que Facebook, primero que nadie, ha demostrado ser lo más antiético que hay en cuanto a resguardar la privacidad de sus usuarios, vendiéndole sus datos hasta al perro, además de eso, ¡queriendo pensar por ellos! Y aún peor, ¡asumiendo que pueden hacerlo!

Los medios de Trump están a la vuelta de la esquina. Una nueva batalla cultural se librará con estos nuevos bastiones, veremos quién la gana, si los “conservadores” o los “progres”. Dios con nosotros. Amanecerá y veremos.

Autor: Javier Gómez Graterol, religoso/periodista

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