Análisis

Javier Gómez: Los nuevos cánones raciales/sociales de los medios

Según los nuevos paradigmas con los que nos tienen intensamente bombardeados, empresas como Netflix y Warner, o cualquiera del nuevo conglomerado “progre”, las categorías raciales y de “tolerancia”, van así: No se nombra nunca más el término “familia”, para una serie, no más títulos para series como “La Familia Munster”, La Familia Ingals”, etc., prohibido, a menos que sea para “actualizarlo”, es por ello que sí aparece “Modern Family”, la cual se aleja del paradigma “tradicional”. Las nuevas generaciones deben ser reacias a tener familia, hijos y responsabilidades.

Blanco heterosexual, en general, es malo, y tiene privilegios por los cuales ha de ser maltratado, tratado despectivamente, y debe pedir perdón. Negro, (árabe e hindú, en menor proporción) es ahora bueno, comprensible, maduro y dulce. Si es hombre negro, es alejado de la “masculinidad tóxica”, concepto que se ha vuelto tan complejo de explicar que es algo así como “todo lo que moleste a una feminazi de los hombres, según se le vaya ocurriendo”. Y básicamente es que “debes sentirte avergonzado de ser hombre, pedir perdón por ello y es muchísimo mejor si no eres hetero”.

Negro, perdón, “afroamericano”, –[aunque Francisco de Miranda, por mencionar a alguien, era blanco y canario, es decir africano o “afroamericano”, aunque, ya no tenemos que preocuparnos por eso, este mismo conglomerado puede decidir si eres de un color u otro, por ejemplo, la revista Variety, llegó a publicar “La argentina Taylor-Joy es la primera mujer de color en ganar esta categoría desde Queen Latifah”]– que se porta mal en una película de alguna manera, se arrepentirá y hará el bien luego, tendrá una conversión milagrosa para redimirse, igual que una mujer, si es mala, hará algo bueno al final.

Hombre rubio que sea autoridad, será despectivo y malo cuando trate a alguien de diferente raza u orientación sexual, y habrá la oportunidad de que quede demostrada su maldad y esta sea ridiculizada. Los hombres blancos en general son torpes, desorientados, y más si son padres de familias tradicionales. Si eres alguien no heterosexual serás comprensivo, maduro y amistoso. El mejor representante del hombre hetero actual “Homero Simpson”.

Si eres religioso: solo deberás hacerte la señal de la cruz si harás nada luego, salvo entorpecer más a los héroes de acción. Si eres sacerdote o monja, debes ser oscurantista, bruto, usar la religión para manipular o hacer que la gente se quede haciendo nada frente al peligro inminente, o un pervertido que pronto aflorará su perversión y/o crueldad.

Si eres mujer, ya no puedes combinar categorías a menos que no seas hetero: no se puede ser rubia, sexi, bella, inteligente al mismo tiempo. Si eres mujer debes ser inteligente y hombruna, pero luego, cuando estés ante un tiroteo, llamar a todos a conversar. Solo puedes ser sometida por otra mujer, si es ante un hombre, tendrás fuerzas sobrenaturales para vencerle, así estés herida, y el hombre sea más musculoso. Si eres negra, combina todas las categorías positivas que quieras. La nueva mujer debe ser hombruna a menos que sea negra, y puede ser traicionada por una mujer blanca que le envidia.

Si no eres heterosexual: eres oprimido, y tu película será un viaje de descubrimiento. Serás una víctima, aún así, tendrás siempre un gran corazón para aleccionar a los demás sobre tolerancia.

No existen mujeres malas en las películas protagonizadas por mujeres, solo hombres malos y torpes que siempre quieren abusar u oprimir a la mujer. Las mujeres deben temer por naturaleza al hombre, del cual no se debe confiar así esté dando muestras de “ser deconstruido” y alejarse de la “masculinidad tóxica”. En película protagonizada por mujer, todos los hombres son malos, estúpidos y si son viejos, traidores o manoseadores. Las mujeres merecen todo solo por ser mujeres.

Si la película es protagonizada por negros , sí, se vale que todos, exceptos los negros o los no heterosexuales, sean malos y quieran hacerles daño, pero ellos al final darán una lección de entereza que los sorprenderá a todos.

Si es película de adolescentes, estos se las saben todas, sus padres son personas que no los comprenden, están en conflicto de opresor-oprimida, y/o a punto de divorciarse para que luego se revele que la madre va a encontrarse mejor con otra mujer. Si los padres son heterosexuales, no sabrán como manejar si el hijo no lo es, serán aún más obtusos si son religiosos, y muchísimo más si son rubios. Si son de otros colores, lo más probable es que sean comprensibles y amables. Si hay en la película un adolescente blanco y corpulento, cuidado, es alguien que hará bullying y es malo. Si son parejas no heterosexuales serán siempre felices, el hogar ideal y envidiable.

¿A dónde nos llevará todo esto? No sé, pero creo que toda esta deconstrucción absurda de la cultura “progre” resulta hartante. Dios con nosotros.

Autor: Javier Gómez Graterol, religioso/periodista

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