Uno de los tristes resultados del adoctrinamiento ideológico en el cual vivimos actualmente por todos los medios, acrecentándose continuamente a través de programas educativos, legislaciones inconsultas, más el apoyo de multimillonarios como Soros, es el hecho de que muchos jóvenes y adultos se unan a causas solidarias, pero siempre más por razones emocionales que racionales, y que sea una de estas la razón por la cual los más furibundos activistas en las causas progre (y sus demás derivados ideológicos) sean buenos organizando y llenando eventos de protesta, pero eviten en lo posible el debate y apelen al emocionalismo, la radicalización y el victimismo.
Recientemente una animadora y comediante venezolana asistió al programa de Cala, en el cual muy orgullosamente dijo que ella ya podía votar en Estados Unidos. El periodista le preguntó por quién lo haría, y ella dijo que por Biden (!), cuando le preguntó por qué, dijo que Trump le recordaba a Chávez (!!!) porque ella siempre había sentido que la lógica de su voto no había venido siendo votar por alguien sino contra alguien, y que, por ello, su voto no era por Biden sino contra Trump (https://youtu.be/apJs1ZVuQG8), porque no le gusta la forma de ser de este último.
Sí, es su derecho votar, y de hacerlo por quien quiera, pero ¿siendo alguien que ha visto la destrucción de Venezuela ¿¿¿en serio votará por Biden??? ¿Y solo porque no le cae bien Trump? Simón Bolívar, el Libertador de Venezuela, la tierra que le vio nacer dijo: “El modo de gobernar bien es el emplear hombres honrados, aunque sean enemigos”, es decir, ¿qué más lección de responsabilidad y de evitar pensar por emocionalismo que esa?
Luego de que ella ha estado recibiendo un intenso bombardeo de rechazo en las redes, declaró que no sería nunca comunista, (pero con una decisión así, cómo lo disimula). Mientras se ven los resultados de Trump, cómo ha sido, y es, su comportamiento, luego de su marcada presión contra el comunismo, todavía hay gente reaccionando con emocionalismo y diciendo que no votará por él, solamente ¡porque no le simpatiza! Siendo por mi propia naturaleza más racional que emocional, francamente me cuesta y me causa desconcierto seguir viendo este tipo de reacciones.
Como cristianos de cualquier denominación, si de verdad lo somos, nos toca seguir haciendo nuestra parte, tanto en exhortar a quienes conozcamos que puedan votar en los Estados Unidos para que voten por Trump, como la de orar por él para que siga combatiendo la plaga comunista que azota en todo el mundo, nos simpatice o no. Si te parece malo pues, a veces, toca dejar de lado los emocionalismos, y elegir el menor de los dos males. Dios con nosotros.
Autor: Javier Gómez Graterol, religioso/periodista
Artículos relacionados:
Javier Gómez Graterol, religioso/periodista: Cuando el emocionalismo lleva al absurdo
El desafío de los cristianos ante la violencia de la indiferencia
Javier Gómez Graterol, religioso/periodista: La necesidad de ser informados e instruidos