Análisis

Diác. Javier Gómez: Pandemia y mentiras…

La pandemia ha dejado ver lo más oscuro de las administraciones gubernamentales actuales, y ha dejado al descubierto muchas mentiras colectivas:

– Izquierda y derecha han cometido errores en sus administraciones que han afectado a todo el mundo, en especial a los más pobres y, al mismo tiempo ponen a prueba la capacidad de respuesta de cada una de sus instituciones.

– La izquierda, como es su naturaleza, responde con encubrimiento en todo: origen del contagio; cifras de muertos; procedimientos para atender la emergencia, y censuras de todo tipo. La derecha aprende a la fuerza que la corrupción de sus estructuras, en especial las de salud, es un asunto serio que no puede dejar de lado, igual que el hecho de que debe elegir mejor cuáles son, de ahora en adelante sus “socios comerciales”.

– Circulan datos escalofriantes de parte y parte: se sabe, por ejemplo, que las cifras aportadas por las funerarias y crematorios chinos no corresponden, por mucho, a las ínfimas cifras de muertos aportadas por el comunismo chino.

– Se esparcen vídeos de asuntos que merecen atención, pero no se ven en la cobertura mediática actual: las crudelísimas matanzas de la guerrilla colombiana, en la frontera colombo-venezolana, a quienes osan pasar por las trochas, violando la “cuarentena” que ellos han impuesto; lo que está pasando en Guayaquil, Ecuador: gente que ha llegado al punto de quemar muertos en plena vía pública, etc., y en los otros países el cómo fallan en cobertura y atención de la emergencia.

– El poco acatamiento de la cuarentena por parte de la gente de bajos recursos lo condenan muchos pero lo entienden pocos. Los pobres siguen siendo los más afectados, en su mayoría viven “al día”, y no tienen recursos para resistir un encierro.

– El raro fenómeno de la gente que ha sabido del peligro y ha hecho nada hasta verse luego afectada, habrá que estudiarlo, y muy profundamente: ¿qué cosa está afectando la psique colectiva cuando hemos visto tal grado de “idiotez pandémica”? ¿Qué nos ha dado esa estúpida sensación de que lo malo que pasa siempre es algo que pasa a “otro”?

– La ideología de género ha sido apaleada: no basta con que nos “autopercibamos” como lo que nos dé la gana para que no nos afecte la enfermedad: Mamá naturaleza tiene todavía algo que decir a ese respecto, y mucho.

– Se han visto expuesta la inhumanidad de quienes han querido lucrarse con la crisis, sea vendiendo implementos de combate al esparcimiento del virus; comprando y vendiendo acciones; y de quienes quieren aprobar leyes bajo cuerda, sin la más mínima consulta publica, como las del aborto, aprovechando que no son foco de atención, para complacer a quienes pagan por su puestos.

– Mucho condenan a la Iglesia por sus errores, pero pocos resaltan sus aportes actuales, tanto en estructuras, recursos humanos e incluso su cifra de muertos en acción. Actualmente se está demostrando lo fuerte que es su estructura, pese a sus fallas, y que esa afirmación de Jesús de que estará con ella hasta el fin del mundo y que los poderes del infierno no prevalecerán contra ella (Mt 16,18) es una absoluta verdad que nos sobrepasa a todos, incluso a quienes la integramos.

Sigamos orando y clamando a Dios, para que los que actualmente manejan la crisis sepan hacerlo de la mejor manera (1 Timoteo 2,1-3) y para que, cuando esto pase, seamos ciudadanos más exigentes y partícipes en la creación y ejecución de políticas mejores, que no ataquen únicamente las consecuencias, sino que hagan que se corrijan los orígenes de las corrupciones que nos han traído hasta este grado de gravedad en los problemas.

Autor: Diácono Javier Gómez Graterol, SSP