La plazuela San Antonio, una de las pocas áreas verdes de la populosa zona de La Cancha, está cerrada a los peatones desde hace 10 años. En 2001 una iniciativa de los vecinos, autoridades municipales y de la parroquia del lugar optó por enrejarla y ponerle candados ante la invasión de los comerciantes.
Actualmente, las únicas que pueden ingresar a la plaza son las palomas al atardecer, mientras el “antojo” de los vendedores para instalarse en su interior permanece latente y los reclamos de los peatones siguen vigentes por tener un área verde donde descansar.
El párroco de la Iglesia San Antonio, Armando Sejas, explicó que los motivos para el cierre van ligados al desdoble de comerciantes y a la usurpación, por parte de los mismos, de espacios que deberían ser para el uso libre del peatón.
“Si nos remontamos al año 2000, por lo menos, descubrimos que no existía una plaza, era un espacio invadido por el comercio, por actividades ilícitas, prostitución, tráfico de drogas y delincuencia”, explicó Sejas.
La plazuela, indicaron los vecinos, está considerada como el único pulmón de la zona, por ello requiere de un cuidado especial, tomando en cuenta que el comercio minorista abarca gran parte de las vías públicas del sector.
“La plazuela está cerrada porque había la predisposición, por parte de las autoridades, de convertirla en un mercado, haciendo desaparecer el área verde […], se tiene que mantener cerrada porque sigue la amenaza, ya que los comerciantes pueden invadir”, comentó la secretaria de Educación y Salud de la OTB San Antonio, Martha Villanueva.
San Antonio está caracterizada por el asentamiento de comerciantes minoristas, comideras, vendedores ambulantes y puestos de recreación. Alrededor de la plazuela existen aproximadamente 200 vendedores. Algunos de ellos apuntaron que el cierre de la plazuela tiene un doble efecto.
“Entendemos que es necesario cerrar la plazuela, porque la gente ensucia y no tiene cuidado, pero a nosotros también nos perjudica, estamos aquí a la intemperie con el humo de los autos en nuestras caras […], además cuando llueve nos inundamos”, mencionó una vendedora de ropa.
Los vecinos de la zona comentaron que el cierre de la plazuela es irrevocable y que la preservación de la misma, libre de comerciantes, es necesaria para una posterior apertura.
Aceras ocupadas por vendedores
Actualmente, los comerciantes abarcaron el cien por ciento del contorno de la plaza San Antonio, formando cuatro espacios de venta: la acera norte está caracterizada por ventas de alimentos; las aceras este y sur asentadas por vendedoras de ropa y comideras, y la acera oeste por productos varios (fruta, ropa, verdura y otros).
“Nosotros no pedimos que se desaloje a los comerciantes, pedimos que se los regularice que se los reubique, porque desde antes se tenía pensado hacer un mercado para ellos”, dijo la secretaria de Educación y Salud de la OTB San Antonio, Martha Villanueva.
En tanto Jorge Candia, vendedor de aparatos electrónicos dijo que “nosotros si bien ya nos acostumbramos a ver la plazuela cerrada, nos molesta porque los autos se amontonan y hacen trancadera, además que cuando llueve se mojan nuestros productos, las autoridades deberían darnos un mejor espacio, un mercadito”.
La Intendencia afirmó que los asentamientos de vendedores, en esta zona, son legales.
PERMISOS
“Lamentablemente en la anterior gestión otorgaron permisos a diestra y siniestra, están legalmente ahí, no nos queda otra que vigilar, controlar y, si correspondería, entregar las multas correspondientes”, concluyó el jefe de Mercados y Sitios de la Intendencia, Andrés Cuevas.
Pese a que una gran parte de los comerciantes asentados en los contornos de las aceras tiene permiso, también existe una considerable cantidad de ambulantes que circulan por la zona y no tienen permiso.
OPINIONES
Armando Sejas
Párroco templo San Antonio
Es necesario precautelar
Existen muchas plazas en Europa que están cerradas, que tienen rejas, que tienen control de apertura y cierre. No es sólo cuestión de decir que no existen plazas cerradas, pues es precisamente el precautelar, el cuidar estas áreas, lo que nos invita a poner este tipo de controles.
Puede ser que en algunas zonas no sea necesario pero en otras es casi inevitable, porque si no se va a destruir estas obras. Inclusive en nuestra Plaza Principal han tenido que poner una reja para que no destruyan los monumentos. Todos quisiéramos abrir, pero necesitamos una garantía.
Andrés Cuevas
Jefe de Mercados y Sitios
Están legalmente establecidos
Lamentablemente, en la anterior gestión otorgaron permisos a diestra y siniestra. Los comerciantes están legalmente ahí, no nos queda otra que vigilar, controlar y, si correspondería, entregar las multas correspondientes. Nosotros sólo podemos regularlos, no podemos ir en contra de ellos porque están legalmente.
Lamentablemente siempre hay desdobles, especialmente de la gente que vende ropa y otros que sacan carritos ambulantes, en esos casos estamos procediendo a retirar a todos. Hay un proyecto de mercado en Ticti Norte, es uno de los mejores que tenemos.
Jorge Candia
Comerciante
“No es justo que no la abran”
La plazuela está cerrada hace tiempo, pero con los autos y las personas que se juntan es difícil trabajar. El padre de la iglesia tiene las llaves de la plaza y yo no entiendo porqué no la abre, sólo he visto que dejan entrar en el aniversario de la iglesia o en alguna actividad que ellos organizan, eso no es justo.
Si se nos hacen un mercado sería buenísimo, pero mayormente nos quieren dar espacios en el mercado campesino, en lugares alejados, eso no va acorde a nuestros intereses. Hay gente que tiene mucho capital invertido y las autoridades no ven eso.