Mons. Tito Solari, Arzobispo de Cochabamba pidió dedicar más tiempo, espacios y afecto… y sobre todo agradecerles su legado y su entrega amorosa a todos la gente de la tercera edad, recordando la Fiesta de San Joaquín y Ana padres de la Virgen María y abuelos de Jesús
Este sábado celebramos la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Estos santos son patronos de los matrimonios y, de manera especial, de los abuelos. A raíz de esta celebración, he decidido compartir con ustedes una breve reflexión sobre el papel de los abuelos al interior de la familia y de la sociedad.
Como dice el Papa Francisco, “el cuidado que se da a los ancianos, como a los niños, es un indicador de la calidad de una comunidad”. Un pueblo que no atiende a sus abuelos, que no los respeta, no tiene futuro porque ha perdido la memoria. La vida se debe construir siempre sobre bases sólidas y los abuelos aportan a la familia ―y desde ella, a la sociedad―ese sustento firme de valores, sabiduría y experiencia sobre el que se forman sus miembros.
También los abuelos, con su cariño y su legado, forman parte de esa larga cadena que a través de generaciones ha transmitido la fe y el amor de Dios ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!
Cuidemos a nuestros abuelos, hagamos lo posible por dedicarles más tiempo, espacios y afecto… y sobre todo agradecerles su legado y su entrega amorosa. Que los santos Joaquín y Ana nos iluminen y ayuden a reconocer y expresar el profundo aporte de los abuelos a la familia.
Que así sea,
+ Mons. Tito Solari Capellari