Cochabamba

Director espiritual del Seminario San Luís exhorta a los jóvenes a buscar y encontrar una verdad en Cristo a través de los medios digitales

Es el llamado que hizo Padre Sergio Gamberoni, Director Espiritual del Seminario San Luis de la Arquidiócesis de Cochabamba, dirigiéndose a los jóvenes que habitan el continente digital. Este mensaje a raíz de una entrevista con Iglesia Viva a tiempo de vivir una intensa semana de formación del 5 al 8 de Enero, en la Escuela de formación para formadores de la OSBOL (Organización de Seminarios de Bolivia) que este año tuvo como tema central “La Comunicación”.

En principio P. Gamberoni cuenta la realidad del seminario que él dirige como Director espiritual acompañando a 21 jóvenes en las distintas etapas de formación (propedéutico, filosofía, teología y pastoral). Además comparte que 5 de los seminaristas retornaran a su diócesis de origen Oruro para continuar sus estudios y que el año 2016 se espera entre 8 y 10 nuevas vocaciones.

Dentro del seminario, según dice P. Gamberoni, los jóvenes se dedican al estudio y la vida comunitaria destacando que: “antes de hablar a otros hay que vivir con pasión su propia vida”. Con la formación que se imparte en esta casa de estudios se quiere que los jóvenes mejoren sus propias fragilidades y puedan “entender y profundizar la grandeza y la belleza de la fe”.

Sobre el Taller de formación en comunicación, P. Gamberoni reflexionó acerca de la comunicación y particularmente las redes sociales y el continente digital que según dijo “Estamos enfrentando el desafío de un mundo de comunicación que abre un seminarista a una red de contactos, de cercanía a sus propios familiares, de conocimiento en el cual tiene que aprender a buscar discerniendo lo bueno, a una posibilidad real y concreta de informaciones de experiencias nuevas y de amistades o relaciones que pueden ser interesantes como frágiles en las cuales nos educamos. Es un mundo real que se va abriendo…”sostuvo.

Así mismo P. Sergio Gamberoni dirigió un mensaje para los jóvenes que habitan este continente digital: “Sentir la vida como una cosa bella y aprender a humanizarla. Humanizar la vida significa aprender a crecer saliendo de nosotros mismos y encontrarnos en verdad con el otro, significa utilizar y vivir el mundo humanizándolo, no dejándonos llevar, no perdiéndonos, no utilizarlo para aplastar al otro en un delirio de omnipotencia o en un deseo de comer todo. La fraternidad que celebramos alrededor de la mesa, del pan y de la palabra pueden en toda la dimensión de nuestra vida buscar y encontrar una verdad en Cristo también por medio de estos medios”.