El sacerdote jesuita y teólogo, Víctor Codina, considera que una característica del pontificado del Papa Francisco es el impulso a los preceptos del Concilio Vaticano II generando así el retorno de una “primavera eclesial” dentro de la iglesia y consolidando a Francisco no como un gran teólogo como lo fueran sus dos antecesores, sino como un pastor.
El Concilio Vaticano II que fue convocado por el Papa Juan XXIII, ahora Santo de la Iglesia Católica desde su canonización en 2014, tuvo como fines principales: promover el desarrollo de la fe católica, lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles, adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo y lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.
Según Víctor Codina este Concilio generó una alegría y un optimismo calificado como primavera eclesial, pero que fue desapareciendo en los últimos pontificados por diversos motivos internos, provocando un tiempo denominado “invierno eclesial”, hasta que Francisco decidió retornar a los ejes de este Concilio.
“El Papa Francisco ha vuelto otra vez al impulso del Concilio II, podemos decir es un pastor como Juan XXIII, no es teólogo como Joseph Ratzinger o como Wojtyla. Ha vuelto al aire del Concilio y ha vuelto una cierta primavera eclesial en la iglesia porque como el Concilio vuelve al Evangelio, por tanto, el Papa quiere que los cristianos nos enfrentemos y confrontemos con el Evangelio y que la alegría del Evangelio se nos contagie”, dijo.
Codina tuvo la oportunidad de conocer al entonces jesuita Jorge Mario Bergoglio en España en el año 1971 durante unas charlas de vida religiosa que Codina impartió. Después en 1974, coincidió nuevamente con Bergoglio, pero esta vez en 1974 en París, en la Congregación General de los Jesuitas. En ese entonces Bergoglio ya era provincial de los jesuitas en la Argentina.
Para Codina fue importante esta Congregación General porque en ésta la Compañía de Jesús hizo la opción por la “fe y la justicia”, es decir, redefinió el carisma de los jesuitas de propagar la fe uniendo la fe y la justicia. Por tanto, esto también influyó en el apostolado de Bergoglio en la Argentina y después como Obispo de Roma.
“Me parece que es bastante justificativo que Bergoglio, que ya era provincial de Argentina en aquel tiempo, asistiera a esta Congregación General de los Jesuitas (…) yo creo que todo esto influyó en su futuro apostolado en la Argentina y también esto puede explicar su mentalidad una vez llegado a ser Papa”, expresó.
Codina escribió y publicó recientemente un libro titulado “El espíritu actúa desde abajo” que está dedicado al Papa Francisco y que habla sobre el espíritu que opera desde la base de la iglesia, la sociedad, y sobre Francisco, como Obispo de Roma que proviene “desde el fin del mundo”, es decir, de un lugar desconocido, del sur, del mundo de los pobres. Codina espera poder ofrecer esta obra al Papa en el encuentro con los religiosos que se realizará en Santa Cruz en julio próximo, siempre y cuando las condiciones se den para poder realizar este gesto.
Víctor Codina es sacerdote jesuita y teólogo de origen español, vive desde hace más de tres décadas en Bolivia. Tiene experiencia pastoral con comunidades de base y como docente de teología tanto de laicos como de consagrados, y es autor de numerosos libros y artículos sobre eclesiología, teología de la liberación, vida religiosa y otros.