“Para entrar al cielo es necesario practicar las obras de caridad. Para entrar por la puerta angosta tenemos que estar ligeros de equipaje, no basta estar bautizado, rezar, ir a misa o visitar los santuarios, al final de la vida seremos examinados si hemos amado de verdad, si practicamos las obras de caridad espirituales y materiales con quien nos necesita”, reflexionó este domingo el obispo de la Prelatura de Aiquile, Mons. Jorge Herbas.
Señaló que el Evangelio habla sobre la salvación porque Dios quiere salvar a todos y recordó que en la antigüedad, los judíos pensaban que su salvación estaba segura por cumplir la ley y pertenecer al pueblo de Israel.
“El rato menos pensado la puerta puede cerrarse si estamos distraídos o desprevenidos, podemos quedar fuera pese a haber comido y bebido con Jesús en la Eucaristía. Puede ser tarde porque llegado el momento él puede decirnos que no nos conoce”, manifestó.
Asimismo, sostuvo que San Agustín decía también: “Dios nos creó sin nosotros, pero no nos salvará sin nosotros” y que por ello se debe colaborar con Dios para alcanzar la salvación.
“Los resultados grandes se alcanzan por vías estrechas de exigencia y privaciones. Por lo tanto, la salvación no es cuestión de cantidad, como le preguntan a Jesús, sino de cómo salvarnos, exigencia oportuna para no quedar fuera del banquete del reino de Dios”, finalizó.
Fuente: Prensa CEB
Foto: Archivo