La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) calificó como “atropello a los derechos fundamentales de la persona” la agresión al sacerdote católico Juan Carlos Ferrufino, director de Radio Esperanza, ocurrida en Aiquile, el pasado 4 de febrero.
El director ejecutivo de la ANP, Juan León Cornejo, declaró que “una agresión de esa naturaleza tiene connotaciones particulares por tratarse del director de un medio de comunicación”.
Según versiones de testigos, ese sábado llegaron tres personas al pueblo de Aiquile, uno de ellos conocido por su trabajo de guardaespaldas y dos jóvenes, que posteriormente se conoció que eran policías de la gobernación de Chuquisaca, que directamente se aproximaron donde el sacerdote y lo golpearon.
Sin embargo, ayer en contacto telefónico, Ferrufino negó haber sido golpeado. “Alguien me alertó de que me estaban buscando y me fui de donde estaba. Me entré en una casa y no sé nada más de lo que pasó”, dijo el sacerdote. “Yo doy el caso por concluido, no me han golpeado, no es verdad. Me persiguieron y al escaparme me caí con una reja, me entré a una casa. Al escapar me caí, tal vez eso vio la gente y pensó que me golpearon, pero no es verdad”, insistió Ferrufino.
Radío crítica
Sin embargo, admitió que la radio Nueva Esperanza, que él dirige, siempre ha sido muy crítica, “una emisora que cuestiona tanto al Gobierno nacional como al gobierno municipal. Tal vez la gente que me perseguía quería golpearme por eso, pero sería muy temerario afirmarlo, no me atrevo ha hacerlo. No sé exactamente por qué me persiguieron, tengo mis sospechas pero no puedo decirlo”, dijo.
Ferrufino dijo que fue convocado a declarar a la Policía el domingo, “me llamaron pero no fui porque les dije que perdono absolutamente todo lo que haya podido pasar. Y perdono, si es que los hubiera, a los autores intelectuales y materiales.
