Análisis

Javier Gómez, religioso/periodista: Nos toca pedir sabiduría

Los cambios de poder en Estados Unidos indudablemente repercutirán en todo el mundo. Bien sabemos que los Demócratas en Estados Unidos llegaron al poder en parte por vender ideologías anti vida y promoción de legislar acorde a las mismas.

Viene saber cómo será el panorama para países como Venezuela, donde todos hemos visto cómo Obama, antes de dejar el poder, había hecho tratos con Cuba y flexibilizado las históricas restricciones que el gobierno norteamericano le había impuesto y hasta restablecido el turismo al país donde “jinetear” es algo que muchas de sus habitantes hacen desde muy temprana edad, a cambio de cosas como una hamburguesa, un jabón de baño o unos pocos dólares, y que en Venezuela la situación actual lleva a muchas jóvenes apenas desarrolladas a hacer lo mismo.

Sabemos también que Hillary Clinton, entre los papeles que le filtraron, tenía orquestada una campaña de ridiculización a la Iglesia y a los cristianos. Hemos de ver qué vendrá para este nuevo lapso, pero no como meros entes pasivos sino como gente que tiene que orar para pedir sabiduría a Dios sobre qué hacer y cómo hacerlo dese su situación particular. Decía Tolkien: “Hasta el ser más insignificante puede cambiar el curso de la historia”. Ellos han sido revestidos de poder, nosotros contamos con Dios, quien da su sabiduría a quien la pide (ver y orar Sb 9), para saber cómo proceder como cristianos a quienes Jesús mandó a ser, mansos como palomas y astutos como serpientes (Mt 10,16).

En el pasado, doce pescadores, analfabetos en su mayoría, siguiendo a Jesús iniciaron un movimiento que removió las bases del Imperio Romano. A lo largo de la historia hemos visto cientos de ejemplos en los que la adversidad parecía querer erradicar a los cristianos y se ha visto luego cómo hasta el mismo Napoleón Bonaparte y otros varios personajes, terminaron por reconocer que no podrían contra la Iglesia.

El aparente triunfo de las ideologías anti vida no nos debe desanimar, debe llevarnos a pedir a Dios que nos ayude a alcanzar su sabiduría y santidad, porque cada obra buena que hacemos tiene repercusión universal. Cristo y yo, mayoría aplastante. Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado. Gracia, paz y bendiciones de parte de Dios para cada uno de nosotros.

Autor: Javier Gómez Graterol, religioso/periodista

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