La realidad en la que vivimos los jóvenes
En la primera jornada del II Congreso Nacional de la Pastoral Juvenil y Vocacional ha destacado el ejercicio del VER. También desde “Códigos de Fe” hemos abordado esta problemática con el objetivo de aportar a las reflexiones de este encuentro.
La pregunta que hemos realizado decía Desde tu realidad de joven, ¿cuáles crees que son los principales problemas que amenazan hoy a los jóvenes? Y ¿qué podemos hacer para enfrentar estas amenazas?
Agradecemos, esta vez. la participación de Noelia Coca, Miguel Maldonado y la Hermana Vicenta de la Prelatura de Aiquile, quienes con sus respuestas nos han ayudado a completar el siguiente cuadro.
VER
La desorientación de muchos jóvenes que tiene que asumir responsabilidades para las que no necesariamente están preparados.
El abandono o falta de tiempo con nuestros padres.
Un mundo de consumo que prioriza el tener sobre el ser.
Conflicto de identidad cristiana, muchos jóvenes se avergüenzan de confesar su fe en público.
El mundo de la tecnología presenta grandes desafíos, particularmente a los jóvenes.
El desapasionamiento que experimentan muchos jóvenes que antes se ilusionaban con mayor entrega.
JUZGAR
La hermana Vicenta de la Prelatura de Aiquile comparte algunos criterios de fe para iluminar estos problemas.
Tomar en cuenta lo que pedía el Papa Juan Pablo II a los jóvenes “no tengan miedo”. No tengan miedo de vivir su fe, de ayudar a los demás, de servir desinteresadamente a los demás.
Afianzar su personalidad sin complejos, verse, aceptarse y valorarse como es.
Con la experiencia que vamos a vivir en este congreso auguro a los jóvenes mayor compromiso y fortaleza en su identidad de católicos.
ACTUAR
Noelia Coca de Santa Cruz señala que se trata de dar testimonio no sólo con palabras sino con actitudes, es necesario perder la vergüenza o timidez y demostrar abiertamente en los grupos de amigos y familia las actitudes de misioneros.
Miguel Ángel Maldonado de la Diócesis Castrense apoya a los jóvenes que están en la carrera castrense, muchos de ellos viven años alejados de sus familias y con conceptos de lo que es felicidad quizás equivocada. Trato de apoyarles a partir de las catequesis y actividades que permiten una aproximación a la experiencia de Cristo en sus vidas.