En la fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo, día del Papa, la Iglesia local de La Paz inicia 685 horas de Adoración al Santísimo por las intenciones de Benedicto XVI y las vocaciones sacerdotales.
Este miércoles, los católicos conmemoraron la fiesta de los dos apóstoles pilares de la Iglesia, en la Catedral de Nuestra Señora de la Paz el Nuncio Apostólico, monseñor Giambattista Diquattro, presidió la celebración eucarística.
En la fiesta del Papa también se conmemoraron 60 años de sacerdocio del Sumo Pontífice, por ambos motivos, el Arzobispo de La Paz, monseñor Edmundo Abastoflor, y el Obispo Auxiliar, monseñor Oscar Aparicio, expresaron las felicitaciones en nombre de la Iglesia local.
La Iglesia paceña “ofrece 685 horas de adoración eucarística celebradas este mes por el Papa y por sus intenciones”, en las distintas parroquias, anunció monseñor Aparicio.
El Nuncio Apostólico pidió la intercesión de “Pedro por el poder de las llaves y de Pablo por su doctrina” para que “ambos nos conduzcan alcanzar las promesas del Señor”.
En la homilía, monseñor Diquattro recordó que en el momento mismo del bautizo, recibido por cada fiel, fue animado por el ángel del Señor que “nos ha dicho levántate” y “así como cayeron las cadenas de Pedro”, nosotros “hemos salido del pecado”.
“Sólo en el Señor se puede encontrar un refugio seguro”, pues en San Pedro el Señor constituyó “esa roca firme” sobre la que se edificó la Iglesia, pero el Apóstol “no” fue elegido porque era firme, sino que Dios lo hizo firme porque lo eligió” y “lo hizo firme con su oración para que una vez confirmado pudiera confirmar”.
“La alegría tiene su fuerza en la certeza de que Dios está a nuestro lado”, puntualizó el Nuncio Apostólico al indicar que “el Señor nos ha liberado y nos liberará de todo mal”.
