Mons. Carlos Curiel, quien hasta hace un tiempo fuera obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba y ahora es Obispo Electo de Carora, Venezuela, presidió la Eucaristía de la primera jornada, en la CVIII Asamblea de los Obispos de Bolivia. Siendo una oportunidad para dar gracias a Dios y a la Conferencia Episcopal por el caminar juntos, durante el tiempo que fue parte de la Iglesia en en país.
Muy emocionado, durante la homilía, expresó tener sentimientos encontrados y el profundo deseo de compartir junto a sus hermanos Obispos la Pascua del Señor. Invitó a seguir en la misión evangelizadora por el Pueblo de Dios, en la entrega profunda y los hermanos, de manera especial a quienes están caídos, reflejando la misericordia de Dios.
Expresó que junto al Señor vivió una Pascua muy particular, al ser llamado por el Papa como Obispo en su natal Venezuela; en el que tuvo que dejar morir raíces, afectos y un servicio entregado en Bolivia. De esa manera ir a Carora, y haciendo relación con el Evangelio: ir a Galilea para el encuentro con el resucitado.
Estas son las palabras de Mons. Carlos Curiel Herrera:
Video cortesía Comunicaciones CEB/Arquidiócesis de Cochabamba