Santa Cruz

Bienvenida al director de la Obra salesiana de Muyurina

Obra salesiana de Muyurina

La comunidad salesiana de Muyurina – Santa Cruz, con grata alegría recibió al P. Marcelo Escalante, quién fue nombrado el 25 de junio como nuevo Director General de la Obra, en instalaciones de la primaria Santa María Mazzarello con la presencia de todo los docentes, plantel administrativo y servicio. A casi un mes de su posesión compartió algunas palabras sobre su nuevo servicio:

Me preguntan acerca de cómo me siento con mi nombramiento como Director de la Obra Salesiana Muyurina. La respuesta no es tan sencilla. Sin embargo, después de pensar y rezar llego a una conclusión: consciente de la gran responsabilidad que se me ha encomendado, me siento sereno y contento. Dicho lo anterior, sería interesante dar una breve explicación.

Hay que recordar que la Obra Salesiana Muyurina es un ícono de nuestra presencia en Bolivia. Por un lado, se encuentra su historia y tradición, que aún hoy le hacen ser considerada como un paradigma de educación, especialmente agrícola, en el Norte Integrado de Santa Cruz. Junto con ello es importante resaltar la variedad de los servicios que ofrece a la comunidad, que van de lo escolar a lo universitario, de lo agrícola a lo habitacional, de lo parroquial a lo recreacional, del entretenimiento a lo comunicacional… En fin, creo que aquí aplica muy bien eso de “no es una obra compleja, sino un complejo de obras”.

Durante los meses que quedan a este año, tengo el deseo de callar y ver, conocer, preguntar, aprender… y mantener el ritmo que el P. Líder inició de un modo tan acertado. Una vez tenga un mejor conocimiento de esta realidad, vendrá el tiempo de proponer, siempre en diálogo con la comunidad salesiana y nuestros colaboradores. No soy muy amigo de la imposición prefiero el diálogo y la coordinación.

Quisiera terminar estas líneas con un mensaje a todos, especialmente a los que componen la Comunidad Educativo-Pastoral de Muyurina. Creo que todos hemos vivido, y tal vez seguimos viviendo, días difíciles a causa de la emergencia sanitaria. En nuestros hogares hay luto, enfermedad, rupturas, pobreza, incertidumbre, soledad… A pesar de todo, días como estos son el terreno mejor para que germine la esperanza. Me refiero a la esperanza cristiana, aquélla que no es ni optimismo ingenuo, ni consecuencia de un frío cálculo humano; sino realización de un Proyecto Divino que está expectante del esfuerzo, generosidad y compromiso humano. Hoy es el invierno de la desesperanza y la primavera de la esperanza.

Mario Vargas
Responsable de comunicación