La avanzada del TIPNIS pasó la población de San Ignacio de MOxos en un ambiente de tensa calma e incertidumbre por posibles reacciones entre pobladores y marchistas, sin embargo esto no sucedió salvo agresiones verbales por parte de pobladores que no recibieron respuesta por parte de la avanzada. Al cierre de esta jornada la marcha acampa en la localidad de Mausa.
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El párroco Franz Bejarano en contacto telefónico con este medio confirmaba que la avanzada acampa en la localidad de Mausa donde se celebró la eucaristía presidida por el padre Abraham Bravo, en representación del Obispo del Vicariato del Beni.
La misa se celebró a las tres de la tarde en un clima de acción de gracias, -confirmó el párroco de Moxos-, “hemos celebrado la misa con intención de acción de gracias y los marchistas durante esta celebración expresaban que se sentian fortalecidos por no haber respondido a las agresiones verbales de los pobladores cuando pasaban por la circunvalación”.
En los días previos
Debido a las amenazas de confrontación advertidas por la población de Moxos si acaso la marcha ingresara a la población, los marchistas del TIPNIS solicitó a la Conferencia Episcopal, Defensor del Pueblo y Derechos Humanos el poder garantizar el paso de la avanzada por San Ignacio de Moxos.
“Como Iglesia Católica nos hemos hecho presentes para apoyar este paso sobre todo precautelando la vida de las personas, tomando en cuenta que lo principal es el respeto a la vida y los derechos que cada uno tiene de expresar por los medios que crea conveniente su voz”, dijo Bejarano.
Situación de los marchistas
Ellos pernoctarán esta noche en Mausa, durante toda la tarde luego de celebrada la misa han recibido atención medica pues la mayoría de ellos presentaba malestar producto de la insolación durante la caminata.
La jornada ha sido larga pero reciben provisiones y atención medica permanente a diferencia de la octava marcha donde las condiciones era distintas.
Se calcula cerca a 250 personas que caminan hacia la ciudad de La Paz.
Mensaje de aliento y esperanza
Bejarano dijo que el mensaje que la iglesia expresó a los marchistas durante la eucaristía fue retomando las palabras expresadas por la Conferencia Episcopal en su pasada asamblea de abril donde se reconoce el derecho de los pueblos indígenas para defender y preservar su habitad y territorio.
“Como iglesia católica acompañamos al pueblo, nos sentimos cercanos y solidarios cuando la vida se siente amenazada”.
Al finalizar la misa representantes de la pastoral rural del vicariato entregaron a la marcha la imagen de la Virgen Morena y la cruz misionera para que acompañe a la marcha hasta su llegada a La Paz.