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UNOS 80 OBISPOS BRASILEÑOS EN UN SEMINARIO DE COMUNICACIÓN

Un grupo de 80 obispos brasileños, asesorados por expertos provenientes de diversos países, participan desde ayer y hasta el sábado 16 de julio del I Seminario de Comunicación para Obispos del Brasil, cuyo objetivo es “reflexionar sobre los desafíos que la cultura digital plantea a la labor educativa y evangelizadora de la Iglesia Católica en Brasil y en el mundo”.

Las jornadas concluirán estableciendo lineamientos y orientaciones sobre la comunicación en la labor pastoral y social de la Iglesia.

Destacados expositores presentarán a los obispos las teorías, tendencias, nuevos lenguajes y avances tecnológicos en el mundo de la información y la comunicación.

Tras la misa inicial, se premió en un acto a Radio Vaticano por sus 80 años de vida y también el padre Manoel Quintas presentó el documento de estudio “La Comunicación en la vida y en la misión de la Iglesia”, que servirá de base para los debates del seminario.

La mesa de apertura contó con la presencia del presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil y arzobispo de Aparecida, cardenal Raymundo Damasceno; el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor Claudio María Celli, y por el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Oraní Joao Tempesta.

La Cultura digital exige a la Iglesia un nuevo lenguaje

“Veo esta iniciativa con mucho interés y satisfacción. Considero muy valioso que los propios obispos hayan tomado esta decisión de tomar varios días para dedicarlos por completo a una reflexión que incluye todos los campos de la comunicación”, destacó monseñor Celli.

Para el prelado vaticano, es fundamental discutir lo que significa hoy encarar una pastoral en el mundo de la comunicación teniendo en cuenta el rol de los nuevos lenguajes y de las nuevas tecnologías. “Las nuevas tecnologías -afirma- no solamente desempeñan una función instrumental, sino que ellas generan también una nueva cultura; que nosotros llamamos ‘cultura digital’, una nueva forma de ser y de relacionarse. Y la Iglesia tiene la profunda consciencia de que debe anunciar su mensaje al ser humano de hoy. Una persona que vive y está dentro de esta nueva cultura. Ese es el gran desafío para la Iglesia: Ver cómo hacer, qué cosa hacer y en qué medida estar presente en el nuevo contexto cultural”.

El presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales sostuvo que las nuevas tecnologías poseen también un nuevo lenguaje. “Debemos dialogar con esa realidad y conseguir que el mensaje del Evangelio sea colocado también en ese contexto. Y allí es fundamental, para todos nosotros, el tema del nuevo lenguaje. Mi forma de hablar con la gente de hoy tiene que ser con lenguaje que sea compresible. Un lenguaje que no sea solo alguna cosa que yo use para ser entendido, sino un lenguaje que tenga una profunda dimensión antropológica”.