Santa Cruz

UNA JORNADA PARA DAR GRACIAS A DIOS

Este jueves 2 de febrero, ha sido una jornada para dar gracias a Dios. Unidos a toda la Iglesia Universal celebramos la Jornada Mundial de la Vida Consagrada y recibimos a Eduardo Sarabia en el órden de los Diácono para servir a la Iglesia en Santa Cruz.  La Catedral quedó repleta de fieles que por un lado, llegaron para acompañar al seminarista Eduardo y por otro, para dar gracias a Dios por la vida y el servicio de todas las comunidades de Vida Consagrada que tan generosamente, sirven en nuestra Iglesia Local.

En su Homilía el Cardenal Julio Terrazas fue muy claro al pedir a todos los ordenados y consagrados que sean servidores de la vida “para que el pueblo no se deje dominar por las tempestades de la muerte, del odio y la violencia”. También les pidió no olvidar el “anuncio” y la dimensión misionera a la que están llamados. A Eduardo le pidió tener siempre presente que “Quienes han sido ordenados en la Iglesia y quienes han hecho la profesión religiosa, han sido elegidos para servir a Dios y servir al hermano”.

Las primeras palabras del Diacono: “Mi familia, mi primer Seminario”.

Por su parte, el recién ordenado diácono también se dirigió a los presentes al final de la Eucaristía: “Agradecer al Dios de la vida que me ha regalado el don de la vocación, también estoy agradecido a nuestro Pastor el Cardenal Julio Terrazas y sus Obispos Auxiliares”.

De manera particular se refirió a su familia, recordándonos a todos los presentes la importancia de esta institución en la educación en la fe y como semillero de vocaciones “También quiero agradecer a mi familia, mi primer Seminario, el lugar donde me han ido transmitiendo la fe para encontrarme con este Cristo resucitado” dijo.

Jornada de la Vica Consagrada.

Ciertamente se pudo notar la presencia de muchísimas ordenes, congregaciones e institutos de Vida Consagrada que durante toda la Jornada realizaron diferentes actividades, sobre todo de acción de gracias, pero que se dieron cita por la noche en la Catedral para celebrar con el Pastor de la Iglesia Local que presidió la Eucaristía acompañado de Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor, Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Obispo auxiliar y el P. Robert Flock, Vicario general de la Arquidiócesis, además de gran parte del presbiterio cruceño que acudió a esta cita para unirse al altar en esta celebración.

Entre las cientos de religiosas presentes, encontramos a la hermana Leticia Roccaro de la Congregación Hijas de la Iglesia. La Hermana Leticia tiene 74 años de edad y justamente en el día de la Vida Consagrada cumple nada más y nada menos que 54 años desde que ingresó a la vida religiosa. Le preguntamos cómo se hace después de 54 años seguir amando al Señor como la primera vez, de manera muy sencilla nos respondió “Diciendo Si cada día, estar con el Señor, buscar estar con Él cada día porque cada día hay algo nuevo”.

Esta religiosa de 74 años, advierte que “La vida religiosa puede ser dura pero el Señor es más grande” y añade “El Señor nos da mucha alegría, mucha constancia para servirlo con toda nuestra vida”.

A través de la Hermana Leticia, saludamos a todas las órdenes, congregaciones e instituos de Vida Consagrada que tan generosamente sirven a esta Iglesia de Santa Cruz.