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Semblanza del Padre Antonio Menacho en el Programa Memorias que perduran

ANTONIO MENACHO SJ EN MEMORIAS QUE PERDURAN.

SÁBADO 4 Y DOMINGO 5 DE FEBRERO A PARTIR DE LAS 19:30 HORAS EN:

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Llegó de España a Bolivia el año 1952, unos meses después de la Revolución del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que aplicaría medidas como la Reforma Agraria, la Nacionalización de las Minas, y el Voto Universal, que, de alguna manera, marcaría los inicios de su presencia en el país, donde siguió un proceso de formación siendo novicio para después ordenarse como Sacerdote Jesuita. El padre Antonio Menacho vive en el país por espacio de 71 años, vivió en Sucre, pero Cochabamba es el espacio geográfico donde llevó a cabo su trabajo pastoral siendo provincial de los jesuitas y logrando atender las necesidades de la Compañía de Jesús a nivel nacional.

Fue testigo de la creación del Colegio Loyola, el Colegio San Calixto en La Paz, el Sagrado Corazón en Sucre, La Revista Cuarto Intermedio, el Centro de Investigación para el Campesinado (CIPCA), Radio Fides, Radio Loyola, Radios ACLO Sucre, Tarija, Potosí, el Observatorio San Calixto, la Biblioteca Murillo en la Casa esperanza de la Calle Bolívar, en fin, una serie de apostolados en el ámbito de la educación, los medios de comunicación y el trabajo pastoral desde la misión de la Iglesia Católica y el carisma de los Sacerdotes Jesuitas que siguen a San Ignacio de Loyola. Un aporte significativo en el país como acción supletoria que el Estado boliviano no podía atender con especial interés.

El padre Antonio Menacho recuerda que llegó a Bolivia por La Quiaca – Argentina que colinda con Villazón, la frontera con Bolivia donde tomaron el tren para trasladarse hasta Oruro y después por la misma vía llegar a Cochabamba, a la residencia de los padres Jesuitas en la Villa de Loyola, actualmente el Parque La Torre donde funciona el Colegio Loyola, otrora administrada por los Jesuitas. Menacho rememorando esos tiempos, recuerda que la avenida Oquendo era de tierra, la Colombia y las calles contiguas igual y que los novicios jesuitas tenían que ir caminando hasta la Compañía de Jesús en la calle General Acha en plena esquina de la Plaza 14 de septiembre y que, de cuando en cuando algún vehículo tocaba la bocina para advertir su presencia.

Interesante saber que a Bolivia llegaron diez jóvenes jesuitas, de los cuales el padre Menacho es el único que se mantiene aún con vida, y con el deseo de continuar con su labor pastoral hasta que Dios decida partir a la otra vida. Recuerda, asimismo, que uno de los diez fue el padre Xavier Albo, fallecido hace poco, sacerdote jesuita, antropólogo y sociolingüista con quien compartió la congregación, aunque desarrollaron trabajos diferentes en la Compañía de Jesús.

El padre Menacho tiene marcada cada una de las épocas que le tocó vivir en Sucre, La Paz y principalmente en Cochabamba, imbuido del trabajo pastoral, ¿Qué cosa no puede hacer un jesuita? se pregunta el sacerdote, para decir que puede adecuarse a todo oficio, por el carisma que recibieron de su formación religiosa, de entrega y servicio a la comunidad.

Comparto la entrevista al padre Antonio Menacho, quien rememora la época de la postguerra en España, explosiones, bombardeos, ir al refugio en el sótano, pasar hambre. Hechos que todavía vuelven al recuerdo, después de tantos años transcurrido en el país y que nos lo comparte en esta semblanza de vida en memorias que perduran.

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