El 26 al 30 de enero de este año, todo el Clero Diocesano del Vicariato Apostólico Ñuflo de Chávez se congrego en la ciudad de Santa Cruz, en la casa del Seminario Mayor “San Lorenzo”, km 8 ½ al Norte.
Con el motivo de reflexionar y buscar espacios de oración, y fraternidad Sacerdotal con los hermanos sacerdotes de otras jurisdicciones (Arquidiócesis de Santa cruz y La Diócesis de San Ignacio) para renovar la vida sacerdotal y vida Pastoral, para luego retornar a las comunidades y emprender con más fuerza la misión que el Señor les ha encomendado desde el ministerio Sacerdotal.
En estos días, el Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, (Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz) ha iluminado con sus reflexiones y experiencias de vida ministerial. En sus diferentes intervenciones Mons. Aurelio, habló de: “La Eucaristía”, del ministerio sacerdotal como ministros de la Eucaristía, en este sentido ndijo: “Sin el sacerdote no hay Eucaristía”, “La Eucaristía, no debe ser un simple encuentro con Dios, debe exigirnos como pan que alimenta nuestra Vida”, “Estamos llamados a la obediencia, la humildad y la caridad, Cristo nos llama a perseverar en el camino de fe que Él nos exige”, y el ministerio exige fidelidad.
Durante estos encuentros con el Señor y entre hermanos sacerdotes se han enriquecido de las experiencias vividas en las parroquias y comunidades, se ha meditado la Palabra de Dios, celebrado el misterio de nuestra fe, la fuente que da vida “La Eucaristía”, la Adoración al Santísimo, las oraciones del día, el Rezo del Santo Rosario, la meditación del Vía Crucis han hecho entrar en esa sintonía con el Señor.
En el retiro espiritual acompañaron los obispos de la Arquidiócesis de Santa Cruz (Mons. Sergio Gualberti, Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Mons. Braulio Sáez y Mons. René Leigue), con su presencia animaron, en estos días, a seguir trabajando en la viña del Señor. Alegró la visita y el saludo del Cardenal Julio Terrazas, animándo el ministerio, para seguir adelante fieles al Dios de la Vida, sin desfallecer.
“Agradecemos a todos los que nos acompañan con sus oraciones y hacen posible estos momentos de encuentro con el Señor, DIOS LES BENDIGA.” Pbro. Roberto Ayala Hurtado