Tras la conclusión de la Eucaristía por el Miércoles de Ceniza, Mons. Oscar Aparicio expresó a los medios de Comunicación, que oyendo el pedido del Papa Francisco se vivía esta jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania y también en nuestra tierra cochabambina; a partir de una actitud de ver la fragilidad humana y asumir la conversión, acción para esta cuaresma.
Con ello destacó que es un llamado a reconocer el pecado que nos aleja de Dios y de los hermanos, traducido en violencia, asesinatos, excesos y que es necesario reconocer que hemos sido creados para el amor y no para la muerte, reconocernos como hermanos no como enemigos.
Fuente: Iglesia Cochabamba