Cochabamba

Nuncio Apostólico destaca el acompañamiento del papa Francisco a Bolivia

Durante su saludo a los Obispos de Bolivia en la inauguración de la 97 Asamblea el nuncio Apostólico de Bolivia Mons. Giamabatista Diquatro destaco el gran amor que el Santo Padre Francisco tiene por nuestro país “Con mucha alegría y emoción he podido constatar personalmente el gran amor de Bolivia por el Santo Padre puesto que he sido testigo de muchas manifestaciones de afecto sencillo, directo y riquísimo que brotan de la fe de nuestro Pueblo y que se manifiestan con la espontaneidad, el entusiasmo y la bondad, características propias de los bolivianos”, dijo.

Saludo

Saludo al Presidente, Vicepresidente, Secretario General, a los Arzobispos y Obispos, sacerdotes i laicos….
Me alegra compartir con todos ustedes estos días en la oración y en el diálogo y lo hago, ante todo, transmitiéndoles el saludo, el aliento y la bendición del Santo Padre Francisco. Su cercanía con la Iglesia en Bolivia se ha manifestado en numerosos momentos de estos sus primeros meses de Pontificado.

De hecho, muchos de ustedes yendo a Roma han experimentado la alegría de encontrarse con el Sucesor del Apóstol Pedro, que a todos nos confirma en la fe y en nuestra diaria actividad misionera por la extensión del Reino de Dios.

Se ha podido advertir también el paternal acompañamiento del Papa en detalles que evidencian su solicitud en favor de los más necesitados y, especialmente, de aquellos que sufren por los recientes y graves desastres en numerosas poblaciones del País.

Con mucha alegría y emoción he podido constatar personalmente el gran amor de Bolivia por el Santo Padre puesto que he sido testigo de muchas manifestaciones de afecto sencillo, directo y riquísimo que brotan de la fe de nuestro Pueblo y que se manifiestan con la espontaneidad, el entusiasmo y la bondad, características propias de los bolivianos.

Estas expresiones de fe manifestadas en la caridad efectiva de un fuerte amor de nuestra gente por la Iglesia, encontrará, sin duda, un momento privilegiado de fortalecimiento y de testimonio en ocasión de la próxima canonización del Papa Juan XXIII y del Papa Juan Pablo II. Estoy convencido de que abundarán en todas las circunstancias eclesiásticas hermosas iniciativas con las cuales festejar este acontecimiento con riqueza de gracia, es decir, facilitando el acceso a los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, así como nos exhorta con mucha frecuencia el Papa Francisco.

Bolivia se prepara así a una celebración de importancia histórica como significativo preludio al próximo Congreso Eucarístico Nacional, que enlaza armoniosamente con la Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, que el Papa Juan Pablo II dedicó precisamente a esta verdad, la Eucaristía, núcleo del misterio de la Iglesia. Él nos la dejó como su última reflexión magisterial, como testamento a la Iglesia.

Hay algo más, la celebración eucarística nacional coincidirá con el Año que el Papa Francisco ha dedicado a la Vida Consagrada.

Muchos de ustedes son personas consagradas y, nosotros como Sacerdotes, estamos consagrados única y exclusivamente e indisolublemente a la Eucaristía, es decir, a Cristo.

No puedo finalizar estas palabras sin dirigirme a los nuevos Obispos, para saludarlos fraternalmente y para agradecerles vivamente su presencia y su labor; ellos fortalecen con su compromiso pastoral el delicado y dedicado ministerio episcopal en la querida Madre Iglesia en este nuestro querido País.
A la Virgen María encomendamos nuestra Iglesia en Bolivia, a Ella recurrimos nosotros y todos los que buscan al Señor con sencillo corazón.

Hago votos para que estas jornadas sean vividas en comunión y encaminadas a consolidar siempre más la misión que Jesús, el buen Pastor, nos ha confiado.