Este domingo 25 de mayo, Mons. Roberto Flock, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba compartió una eucaristía con la población de Morochata, en la misma el Prelado destaco la vida y servicio que el P. raimundo Hermán prestó a la iglesia de Morochata.
Sexto Domingo de Pascua, 25 de mayo, 2014 (Morochata)
“Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos.
Queridos hermanos,
Desde que fui consagrado Obispo Auxiliar de Cochabamba, he querido visitar a Morochata y conocer el lugar donde el P. Raimundo Hermán entregó su vida como sacerdote y misionero, y tomar inspiración de él. Fue brutalmente asesinado el mismo día que había dedicado un pequeño hospital, el 19 de octubre del 1975, Día del Señor. Yo personalmente no sabía de él antes de venir a Bolivia, aunque casi somos de del mismo lugar en los Estados Unidos, lados opuestos del Río Mississippi. Al llegar a Santa Cruz en 1988, en nuestra casa parroquial, además de una foto de P. Luis Espinal, había otra de P. Raimundo. Ahora vivo en la casa del clero dentro del Seminario San Luis, y en la planta superior, hay un internado para jóvenes de las zonas rurales de Cochabamba. Les llamamos “Los Raimundos” en referencia a este querido padrecito.
Lo que dice San Pedro dice hoy en la segunda lectura, describe al P. Raimundo y explica en sentido espiritual de su muerte:
Es preferible sufrir haciendo el bien, si ésta es lavoluntad de Dios, que haciendo el mal.Cristo padeció una vez por los pecados —el Justo por los injustos—para que, entregado a la muerte en su carne y vivificadoen el Espíritu, los llevara a ustedes a Dios.
Aunque han pasado casi cuarenta años de su muerte en este lugar, espero que la memoria de este buen pastor sea una inspiración para ustedes y para nuestros sacerdotes, y que por su intercesión desde el cielo, que haga surgir vocaciones sacerdotales en esta tierra.
Las palabras de nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de hoy son una despedida que dio a sus queridos discípulos y apóstoles durante la última cena.
“Dentro de poco el mundo ya no me verá, peroustedes sí me verán, porque Yo vivo y tambiénustedes vivirán.Aquel día comprenderán que Yo estoy en mi Padre,y que ustedes están en mí y Yo en ustedes.”
¿Qué dirías a tu familia y a tus amigos, si supiera que está por morir? Jesús quiso decir lo más importante:
“Si ustedes me aman, cumplirán mismandamientos.
Sabemos que el mandamiento de que habla Jesús, es el de amarnos los unos a los otros como él nos amó. Esto también es lo que el P. Raimundo quiso vivir cuando vino a Bolivia y luego a Morochata. Y parece que lo cumplió, con el trabajo que realizó en estos lugares.
Cómo el P. Raimundo, Jesús murió en medio de las peleas y los conflictos de este mundo, acusado de injerencia política, como Rey de los Judíos, y también de blasfemia contra Dios, por hablar en su nombre y por identificarse como Hijo de Dios.
Pero Jesús no participó en las peleas y luchas por el poder y las cosas. Porque en ellos se ve el reino de Satanás quien anima la mentira y la violencia. Jesús predicó el reino de Dios y nos pidió vivir el mandamiento de amor unos a otros.
Cuando yo veo como nuestro pueblo sufre constantes peleas en forma de bloqueos y enfrentamientos, con piedras y dinamitas, muchas veces degenerando en violencia y sangre, me preguntó si realmente creemos en Jesús y amamos a él. Queremos que él nos salve del pecado y de la muerte, pero ¿cómo puede?, si no queremos vivir como él nos enseña, si no queremos amarnos los unos a los otros, si solamente queremos vencer al otro e imponer nuestros propios intereses. Quizás nos falta recibir en mayor medida el don del Espíritu Santo, que prometió a sus discípulos:
Y Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclitopara que esté siempre con ustedes: el Espíritude la Verdad, a quien el mundo no puede recibir,porque no lo ve ni lo conoce.Ustedes, en cambio, lo conocen, porque Élpermanece con ustedes y estará en ustedes.
¿Cómo es el espíritu que caracteriza a cada uno de nosotros? ¿Es nuestro espíritu un espíritu de verdad y de amor? ¿O será un espíritu de rencor, de mentirás y de violencia? ¿Cómo era el espíritu de P. Raimundo? Parece que él tenía el Espíritu Santo Paráclito, y por eso se dedicó a la formación, la salud, la vida y el consuelo de este pueblo.
Nos dice Jesús:
“El que recibe mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y Yo lo amaré y me manifestaré a él.”
Que se cumpla esa palabra en cada uno de nosotros. Amén.
Mons. Roberto Flock
OBISPO AUXILIAR DE COCHABAMBA