Cochabamba

Mons. Robert Flock: “La Cruz desvela toda falsedad, especialmente la falsedad religiosa”

El obispo auxiliar de Cochabamba, en el marco de las vistas pastorales y acompañamiento a las actividades de la Arquidiócesis, celebró la eucaristía en la bendición de la Capilla del Carmen en la Parroquia Nuestra Señora de La Paz y el envío de arquidiocesano de catequistas en el coliseo del Colegio Alemán Santa María.

En su homilía Mons. Flock, habló que pese a que Jesús había echado del templo a los que habían convertido a la fe en una falsedad; hoy, en nuestros tiempos los seguidores del Señor continúan con esta actitud. “Ofrecían todos estos sacrificios en el Templo, pero no hacían caso a la Palabra de Dios, que exige amor al prójimo, solidaridad con el pobre y misericordia para con los sufridos.”

Recordó que Jesús viene a restaurar y revelar la verdadera imagen de Dios, a través de la cruz, instrumento de verdadera fe que desvela la falsa religiosidad.

Texto completo de la homilía

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Envío de catequistas

Tercer Domingo de Cuaresma, 8 de Marzo, 2015

Bendición de la Capilla Nuestra Señora del Carmen (Parroquia Nuestra Señora de la Paz)

Envío Arquidiocesano de Catequistas.

Queridos Hermanos,

Hoy celebró un aniversario. Son 51 años que recibí mi Primera Comunión. Según la práctica en mi pueblo, estuve en Segunda de Primaría y tenía 7 años. Me acuerdo hasta hoy, la alegría de saber que Jesús estaba conmigo, e incluso dentro de mí, por recibirlo en la Santa Comunión. Hoy, en esta misa, voy a recibir a Jesús nuevamente en la Santa Comunión. Dios mismo que por medio de Jesús viene a habitar en mí y en todos los que van a comulgar. Por el Bautismo ya somos Templos del Espíritu Santo. Por la Eucaristía somos también Sagrarios de Jesucristo, Dios Hijo.

Mira cómo reaccionó Jesús en el Templo de Jerusalén, al encontrar que habían convertido lo que llama “la casa de mi Padre” en “una casa de comercio”. Sepan que no se trataba de un mercado cualquiera, como por ejemplo, la cancha. Este fue un comercio religioso: las ovejas, los bueyes y las palomas eran para los sacrificios que se ofrecían en el templo; los cambistas cambian el dinero romano, que contenían la imagen del César presentado como un dios, por monedas Judías que se podrían ofrecer como limosna en el Templo a Yavé. Estas prácticas se habían desarrollado justamente para obedecer los Diez Mandamientos que hemos escuchado en la Primera Lectura.

Entonces, ¿Por qué se enoja Jesús tanto como para hacer un látigo y echarlos del Templo? Era por la falsedad de su culto. “No pronunciarás en vano el Nombre del Señor, tu Dios, por que Él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano.” Ofrecían todos estos sacrificios en el Templo, pero no hacían caso a la Palabra de Dios, que exige amor al prójimo, solidaridad con el pobre y misericordia para con los sufridos. Jesús estaba atacando a un culto que legitimaba la autoridad de los poderosos y al mismo tiempo tergiversaba la bondad de Dios.

Es como un sacerdote pedófilo que utiliza su imagen sagrada para abusar a niños indefensos. Es el pecado del Estado Islámico que en nombre de Dios están cometiendo genocidio y destruyendo el patrimonio de la humanidad. Es la blasfemia del narcotraficante que construye capillas dedicadas a la Virgen María, mientras fabrica y distribuye la droga que destruye a sus hijos.

Jesús viene para restaurar y revelar la verdadera imagen Dios, Buen Pastor que da su vida por sus ovejas. La Carta de Santiago lo expresó muy bien al decir: “La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo” (Santiago 1,27). Por eso la verdadera imagen de Dios es Cristo Crucificado: es el Dios encarnado que sufre la maldad que comete el hombre y que lo comete en nombre de Dios; y es el Dios que demuestra desde la cruz su amor incondicional por el hombre pecador.

Desde la cruz, Jesús cumple la misión que anunció al inicio de su ministerio en la sinagoga de Nazaret: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”.
• La Cruz es denuncia de todo maltrato al pobre; no se permite explotarlo bajo ningún pretexto porque es precisamente Dios que lo defiende y lo convierte en el templo que se tiene que respetar como sagrado.
• La Cruz es liberación del cautivo, que ya no puede ser esclavizado ni por el pecado, ni por el hombre, porque hacerlo es tomar el nombre de Dios en falso.
• La Cruz es abrir la vista a los ciegos, para que se arrepienta de este culto falso que comercializa el Templo como también al hombre, y que crucifica al Hijo de Dios para defenderse.
• La Cruz desvela toda falsedad, especialmente la falsedad religiosa, para revelar al Dios liberador del hombre, al Dios que hace del mismo hombre Templo del Espíritu Santo y Sagrario de Jesucristo.
• La Cruz es, por todo eso, como indica la Segunda Lectura, “escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados.”

Hoy bendecimos e inauguramos esta capilla, Nuestra Señora del Carmen, como lugar de encuentro auténtico con Dios; lugar donde sea Santificado su nombre, lugar donde escuchamos su Palabra y nos capacitamos para hacer su voluntad.

Hoy celebramos el envío de Catequistas, para enseñar la verdad sobre Dios y su amor al hombre; para que nunca pronunciemos su nombre en falso, más bien hagamos venir su Reino.

“Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres.”