El Cardenal Julio Terrazas, uno de los líderes espirituales más importantes de la Iglesia en Bolivia, ha dejado huellas indelebles de su fuerte personalidad en todas las personas que tuvieron la oportunidad de trabajar con él, huellas de su fe profunda y comprometida como Ministro de Dios en la Iglesia peregrina, huellas de liderazgo fecundo en nuestra Iglesia.
A continuación compartimos testimonios que permiten conocer desde esas cercanías el temple y talante del “SERVIDOR DE TODOS” en el contexto de la celebración de su aniversario natal el 7 de marzo, celebrado ayer.
LABOR FECUNDA
El fundador de la casa de acogida Oikía en la Arquidiócesis de Santa Cruz, P. José Cervantes Gabarrón, misionero de origen español en Bolivia, considera que la labor de Cardenal Terrazas es muy fecunda:
“El Cardenal Julio Terrazas es una persona tan valiosa que su vida no se puede describir fácilmente en las pocas páginas de un artículo de un libro sin correr el riesgo de omitir, descuidar o relativizar algo relevante de su trayectoria humana, creyente y ministerial… … Dios inundó su corazón e impregnó siempre su espíritu, convirtiéndolo en todas sus responsabilidades personales y ministeriales en la personalidad de más autoridad moral en Bolivia y una de las más sobresalientes en el contexto de la Iglesia Universal y latinoamericana”
HOMBRE DE PUEBLO
Pedro Durán, miembro de la Conferencia Episcopal Boliviana, manifiesta su sorpresa sobre los designios de la Iglesia Universal que elevaron a un hermano del pueblo de Vallegrande a la dignidad Cardenalicia.
¿Quién podría haber imaginado que en el seno de la familia Terrazas se gestaba lenta y misteriosamente el perfil de una gran personalidad que en lugar del “Ch’ulu” que remite a estas privilegiadas tierras vallunas, pronto el Estado del Vaticano, y de manos del querido Papa, de feliz memoria, Juan Pablo II, le otorgaría el Sombrero Cardenalicio, y lo haría miembro del Colegio de Cardenales de la Iglesia universal?
HOMBRE DE CORAJE
El P. René Heim CSsR, uno de los sacerdotes redentoristas que tuvo la oportunidad de trabajar junto al entonces “Padre Julio” en Vallegrande, en tiempos de dictadura militar, testimonia el coraje del joven sacerdote.
“La voz del Padre Julio retumbaba en la Iglesia matriz, o en la Catedral, como decía la gente, repleta de gente, los demás seguían sus homilías, los oídos pegados a la Radio Yuagari, la voz de Vallegrande: “el Dios de la vida”, no se ha olvidado de ustedes… y los sacudía, despertando a los dormidos y animando a los temerosos… denunciando al mismo tiempo los atropellos… Algunos lo acusaron de meterse demasiado en los asuntos temporales; olvidándose de su misión espiritual”
FRENTE A LA DEUDA EXTERNA
Juan Carlos Núñez, Director ejecutivo de Fundación Jubileo, institución que nació de una iniciativa de la Iglesia que permitió conseguir la condonación de una gran parte de la deuda externa de Bolivia, expresa el carácter de Cardenal Terrazas.
El Cardenal exige coherencia entre la fe y la vida, y predica con el ejemplo. No se doblega ante el poder que pretende reducir a la Iglesia a las sacristías. Defiende los derechos con una comprometedora opción para que los humildes no sean humillados. Lo ha hecho antes y lo sigue haciendo ahora. Monseñor Terrazas, “Servidor de Todos”, tiene en la voz las palabras de denuncia y también de anuncio para alcanzar la vida digna”
ANIMANDO EL LAICADO
El laicado en Bolivia recibió un fuerte impulso de la mano de Mons. Julio cuando era Obispo de Oruro, se preocupó por la formación del laicado e impulsó la creación de CEPROLAI. En esta tarea tuvieron una intensa actividad Fernando Aguirre, Marta Urioste de Aguirre y Teresa Rosazza.
“A principios de 1980 CEPROLAI empezó a funcionar en un espacio cedido por la Conferencia Episcopal en sus propias oficinas en la calle Potosí. A los pocos meses Mons. Julio nos invitó a trabajar en el tercer piso del Seminario San Jerónimo que estaba en proceso de reestructuración y reapertura. De esta manera, Mons. Julio juntó dos de sus amores, formación sacerdotal y formación laical”
PROFETA VALIENTE
En tiempos de dictadura o democracia Mons. Julio tuvo la valentía de expresar sin ambages su palabra de denuncia comprometida con la dimensión social de la fe y la evangelización. Por otro lado hizo escuchar su permanente llamado a la construcción del Reino “aquí y ahora”. Juan Carlos Velásquez, Secretario Ejecutivo de la Pastoral Social de Bolivia describe al “Discípulo misionero de Jesucristo al servicio de la Vida”
“El púlpito no es suficiente para caminar con el pueblo entre sus “angustias y esperanzas”. Un amigo exdirigente sindical de la Central Obrera Departamental de Oruro, me contó que estando detenido en celdas por problemas de movilización sindical, sin que lo conociera personalmente, a ruego de otras personas, el obispo Terrazas, lo garantizó para que saliera libre, suficiente gesto para evangelizarlo y continuar en su lucha… … En tiempos de dictadura, profeta valiente, lo mismo que en tiempos neoliberales: el 29 de agosto de 1985 el Presidente Victor Paz emitió el Decreto Supremo 21060, inaugurando el periodo neoliberal en Bolivia que entre sus efectos negativos, despidió “relocalizó” a más de 23.000 trabajadores mineros, congeló los salarios, liberó los precios de la canasta familiar a la oferta y la demanda, y8 aplicó un apolítica de reducción de la inversión en políticas sociales. Esto generó el descontento y la protesta popular que se expresó en la “Marcha por la Vida” de Oruro a La paz, siendo Obispo de Oruro no pudo quedar indiferente y junto a otros representantes de la Iglesia fue al encuentro de esta marcha para expresar su solidaridad, aunque las fuerzas del orden intentaban impedir su cometido”
IMPULSOR DE LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
P. Simón Gutierrez afirma que Cardenal Julio ha sido y es un pilar fundamental en el proceso de las Comunidades Eclesiales de Base en Bolivia.
“Este compromiso, alimentado por la experiencia de sufrimiento, pobreza, miseria, injusticia y opresión agudizada por la pasividad y el individualismo egoísta, la econduce a afrontar desafíos exigentes en fidelidad creativa al Evangelio de Cristo y en corresponsabilidad con sus colaboradores, a fin de que se manifieste la vida del Señor Resucitado. Para él, Dios es un Dios que ama la vida y no quiere la muerte de ninguno de sus hijos e hijas”
GESTOR DEL II SINODO ARQUIDIOCESANO DE SANTA CRUZ
Mons. Julio encaró con intensidad la tarea de transformar una Iglesia con creyentes poco evangelizados, una iglesia con escases de clero local, un conjunto de pastorales dispersas y desorganizadas. Esta preocupación es la que llevó luego a Mons. Julio a convocar al II Sínodo arquidiocesano de Santa Cruz, en 1997, que concluyó el 2001, en ese contexto P. Victor Codina compartió de cerca el caminar de Mons. Julio.
“Tanto en Oruro, como en Santa Cruz, Monseñor Julio ha detectado el sufrimiento del pueblo, de los mineros y campesinos, de las mujeres y los niños de los barrios suburbanos. Ha visto las injusticias que padecen, sus necesidades básicas insatisfechas. Por esto, su palabra ha adquirido siempre un tono profético que a la vez que anuncia el proyecto de Dios de construir un Reino de filiación y fraternidad, también denuncia todo aquello que es estructura de pecado y muerte, que se opone a la vida que Jesús nos comunica… de ahí ha nacido su gran preocupación por una pastoral de conjunto, por congregar al pueblo de Dios disperso… “
PASTOR EXIGENTE
Mons. Robert Flock, en su época de servicio como presbítero en Santa Cruz, recibió la tarea de ejercer la Vicaria general de la Arquidiócesis de Santa Cruz, esta labor le permitió conocer muy de cerca el carácter del “Servidor de Todos”
“Es evidente que nuestro pastor es muy exigente, y constantemente nos recuerda, tanto en las reuniones y asambleas, como en sus homilías, que tenemos que responder al Señor con audacia, creatividad y servicio. Pero también es evidente que “Padre Julio” como algunos sacerdotes jóvenes le llaman, es exigente principalmente consigo mismo. Si no fuese así, sus reflexiones pastorales y prédicas perderían su fuerza y especial manera de reflejar los relatos del Evangelio”
COMUNICADOR DE LA FE
En el ámbito de la comunicación, animados por el lema “Comunicadores de Vida y Esperanza” Cardenal Julio es el impulsor de una de las obras en Comunicación Social más importantes del Oriente Boliviano enclavada en la Arquidiócesis de Santa Cruz: La Escuela Superior de Comunicación Social Diakonía de la Universidad Católica Boliviana. El Director General de Diakonía P. Hugo Ara fija su mirada en el “Servidor de Todos”
“El padre Julio es un hombre de oración, y sólo el creyente que hace de la oración el alimento que da sentido a su vida es capaz de comunicar la fe. “Hay que orar a Dios que es nuestro Padre, para captar y comprender el sufrimiento de unos, las responsabilidades de otros, el hambre de las mayorías… hay que orar, lo pide el Señor”, indicaba un domingo en su homilía en la Catedral de Santa Cruz. Su oración es un diálogo con Dios poniendo en su contenido la vida de su pueblo, la vida de sus agentes pastorales, sacerdotes, la vida de su iglesia y como fruto de esa comunicación con Dios va orientado el encuentro que debemos tener con Jesucristo… … El Padre Julio es el “Cardenal del pueblo”, así le otorgaron el título los sencillos de corazón porque comunica la fe desde su vida profunda de Dios… …No admite la doblez ni el engaño al pueblo, no admite la manipulación ni la mentira, no admite el totalitarismo ni las leyes construidas a favor de unos y en contra de otros, no admite la ley del talión y actitudes de venganza; su comunicación de fe le lleva a defender la libertad, aquella que Dios nos ha dado como un don preciado. Su comunicación de fe es mostrar la otra mejilla y darnos a todos los que lo conocemos verdaderamente ánimo para no desfallecer en la deseperanza y seguir creyendo en el triunfo del justo juez, el dios de la vida…”
SERVIDOR DE TODOS
Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, antes de asumir su mandato hizo una reseña del perfil del “Servidor de Todos”
“Con su sensibilidad hacia el sufrimiento de los pobres y marginados, en los que se opaca y se pisotea la imagen de Dios, ha hecho suya la opción evangélica y preferencial por los pobres, haciéndose voz de esos hermanos sin voz, denunciando con valentía injusticias y atropellos. Estar cerca de los pobres, para él no es solo con la asistencia ni con la promoción humana, sino con el cambio de las estructuras opresoras y discriminadoras. Un cambio verdadero que prioriza el bien común, basado en el respeto de la dignidad de toda persona humana y sus derechos, en la igual dignidad de los hijos de Dios, y en la puesta en práctica de los valores humanos y cristianos… Estas, sus convicciones las ha transparentado en todo su ministerio pastoral y las ha compartido con los demás, buscando hacerlas realidad en comunión eclesial con el Pueblo de Dios que el Señor le ha confiado, con los hermanos en el episcopado y el Santo Padre, persuadido que el primer servicio de la misión es la comunión.”
El 7 de marzo de 2015 el Cardenal Julio Terrazas Sandoval CSsR, Arzobispo Emérito de Santa Cruz y “Servidor de Todos” cumple 79 años de vida fructífera y abundante. El pueblo de Dios tiene la alegría de celebrar el “santo” de su líder espiritual.