Tarija

Mons. Javier del Río obispo de Tarija: “El buen pastor de nuestras vidas”

Mons.  Javier del Río, en la homilía de este domingo 11 de mayo que presidio en la Iglesia Catedral de San Bernardo en Tarija dijo: Éste es el buen pastor, que es Jesucristo y nosotros somos ese grupo humano conducidos por Jesucristo. Él nos conoce, el nos quiere, el nos ama, el nos da vida y el está dispuesto a cualquier cosa, a entregar su vida por nosotros. Que importante escuchar la voz del pastor, distinguir la voz de otras voces, el guía de nuestras almas. Sentir ese amor, esa protección, esa guía constante que es Cristo en medio de nosotros.

Homilía del domingo del Buen Pastor 

Hoy es el domingo del buen pastor, el cuarto domingo de pascua tradicionalmente se celebra con esta imagen de Jesús en medio de nosotros, como el pastor que guía, que conduce, a su iglesia, a su rebaño.

Ayer celebrábamos la ordenación de un nuevo sacerdote, para nuestra iglesia Diocesana, un nuevo sacerdote de la parroquia de Padcaya y concluíamos también la asamblea diocesana, con los representantes de toda la diócesis de Tarija y la llamamos así: Asamblea Pastoral Diocesana, la palabra pastoral está unida a toda la actividad que realiza la iglesia para conducir, para animar la vida cristiana de todos ¿de dónde viene este nombre?, del pastor que es Jesús “Yo soy el buen pastor”, toda la actividad que se hace en la iglesia para conducir, para guiar, para animar la vida cristiana personal y de manera organizada. Y las cartas que escriben el Papa y el Obispo, tienen ese nombre siempre, carta pastoral, la carta del pastor, la carta del que está conduciendo en nombre del buen pastor a su iglesia. Y el sacerdote es aquel que ha sido escogido de la comunidad cristiana, aquel ha sido consagrado en el bautismo y con un nuevo sacramento, es un consagrado para ser pastor de su iglesia allá donde el Obispo lo destine a ejemplo del buen pastor, que es Jesús.

Por eso el Obispo en nombre de Jesucristo, lleva en su mano el cayado del buen pastor, el que conduce al rebaño, a su iglesia. Todos los signos que utilizan tienen esa denominación del buen pastor.

Antes de celebrar la ascensión al cielo, antes de celebrar el envió del Espíritu Santo, que así concluye el tiempo de la pascua, durante estos domingos celebramos de manera particular, esta presencia de Jesús resucitado en medio de nosotros. Y precisamente hoy celebramos está presencia de Jesús en medio de nosotros como imagen del buen pastor, ¿cómo Jesús está presente en medio de nosotros, cómo él es el pastor de nuestras vidas?, como el pastor de su iglesia y el así ha querido definirse, como el buen pastor.

Hoy se refiere sobre todo a la puerta del redil, a la puerta del corral, donde se reúnen las ovejas, el rebaño de Dios por la que todos pueden entrar, la puerta está abierta no está cerrada. Papa Francisco utiliza mucho esta imagen y nos dice: “La Iglesia tiene que ser una puerta abierta, para que todos puedan entrar”. Nosotros tenemos que ser, esa puerta abierta, para que todos puedan encontrar al Señor, todos puedan encontrar ese camino de salvación y todos puedan pertenecer al rebaño de Dios al pueblo de Cristo.

Hermanos y hermanas este es el buen pastor, que es Jesucristo y nosotros somos ese grupo humano conducidos por Jesucristo. Él nos conoce, el nos quiere, el nos ama, el nos da vida y el está dispuesto a cualquier cosa, a entregar su vida por nosotros. Que importante escuchar la voz del pastor, distinguir la voz de otras voces, el guía de nuestras almas. Sentir ese amor, esa protección, esa guía constante que es Cristo en medio de nosotros.

Hermanos y hermanas hoy al celebrar la eucaristía dominical, con esta imagen tan tradicional en la iglesia, tan bonita del buen pastor. Hoy renovamos nuestra adhesión a Cristo Señor nuestro pastor, el buen pastor de nuestras vidas, como discípulos misioneros para saber comunicar esta grandeza, este conocimiento de Jesucristo, este don de Dios, el mayor Don que Dios nos ha dado a los hombres, a su propio hijo Jesucristo, porque para todos ha venido el Señor y él quiere ser para nosotros, ese pastor que nos conduce y nos anima, ese pastor que nos invita a entrar por la puerta en el reino de Dios a todos. Celebremos en acción de gracias esta presencia de Jesucristo en medio de nosotros, el pastor bueno que conduce nuestra vida, que conduce nuestra iglesia, así sea.