Sumido en mis tristezas y bloqueado por todas partes menos por el pasillo que me conduce al cuarto de baño, allí me encontraba reflexionando acerca de mis aflicciones cuando timbró el teléfono contestando mi protectora y socia periodística.
– ¿Alooo…? ¿Es la casa de mi sobrino Von Paulus a quien llaman ahora Paulino Huanca para no ser mal visto por los actuales gobernantes…?
– Su Von Paulus, señora en este momento se encuentra encerrado en el wáter y ha dado órdenes de que no se lo interrumpa.
– Dígale, señora, que lo llama su tía Clothilde de Von Karanjan desde Berlín la capital de la República de Alemania.
– Toc, toc, toc, lo llama desde Alemania su tía Clothilde.
– ¡¡Ya estoy aquí, tía Clothilde!! ¡¡Qué alegría escuchar tu voz germana!! ¿Cómo así te acordaste de mí, tu sobrino que tanto te quiere…?
– Es que en Europa sabemos a través de la televisión todo lo que sucede en Bolivia y sabemos tus tías que vives fregado con tu miserable jubilación y hemos sabido que el mismo ministro de Economía un tal Arce Catacora se ha negado cínicamente a declarar en una entrevista radial cuántos millones de dólares ha dilapidado este gobierno invitando a treinta gobernantes de la G-77 más China y sus comitivas a reunirse en Santa Cruz hace pocos meses.
– Me admiran tus conocimientos acerca de lo que sucede en nuestro infortunado país…
– Es que, sobrino Von Paulus, el mundo es hoy un pañuelo, y un pañuelo de mujer pequeñito y además sucio.
– ¿Qué cosas más sabes de nuestro país…?
– Que nuestro actual Presidente ya tiene listos los resultados electorales y que desde allí dará el paso necesario para ser designado Presidente Vitalicio.
–Yo ya lo he dicho en mis columnas periodísticas y nunca imaginé que mis parientes en Alemania ya lo sabían; eso me causa mucha alegría, querida tía Clothilde.
– Todo eso no es de mi exclusivo conocimiento sino también lo sabe tu tía Restituta que vive en Estocolmo (Suecia) donde gerenta la empresa “Nabos Escandinavos” y que el otro día me llamó para que unidas podamos ayudarte a sobrevivir en ese lejano y exótico país llamado Bolivia. Mientras tanto te pedimos, sobrino querido, que no sufras tanto en medio de bloqueos callejeros y camineros que se producen todos los días mientras el Presidente y sus socios gozan del mejor de los mundos.