¡Qué gente más abusiva! Inicialmente marchan durante cien días, algunos “cómodamente” sentados en sus sillas de ruedas empujadas por niños, a falta de motor u otra persona que lo haga, otros marchan con muletas, y los ciegos con bastones buscando el camino. Marchan desafiando a la lluvia, al viento, a la granizada, en fin a todos los fenómenos climáticos y cuando finalmente llegan a La Paz, tienen la desfachatez de querer ingresar nada menos que a la plaza Murillo, sin darse cuenta de que esa plaza es una especie de “Jardín de Las Tullerías” junto al palacio real de uso exclusivo de los monarcas, los nobles cortesanos que les acompañaban y los lacayos que solían alimentar a los perros del rey, con piernas de vaca enteras, mientras el pueblo, a través de las rejas protectoras que rodeaban a esos jardines, contemplaba hambriento a los enormes mastines devorándolas.
Sin embargo creo que el de la Murillo es más bien un palacio imperial, de uso casi exclusivo de “Su Majestad Imperial, ¡el Zar de todas las Bolivias!”…donde los únicos autorizados son sus ministros, sus esbirros los congresistas del MAS mientras son alimentados con sándwiches de chola por las vendedoras que por supuesto también están admitidas a la hora de almuerzo para cebarlos.
Los discapacitados decía, tuvieron la desfachatez de tratar de ingresar a la plaza prohibida y unos cuantos centenares de desprotegidos policías tuvieron que enfrentarse a los “brutales” inválidos para impedirles el paso y fueron agredidos sin piedad, con bastones de ciegos y muletas de lisiados, mientras que ellos estaban cubiertos “solamente” con cascos, escudos de plástico, protectores de pantorrillas, en fin una especie de armadura medieval en versión moderna, y se defendían “sin otra cosa” que golpes con el borde de su escudo, laques o cachiporras y gas pimienta” echado a hurtadillas por entre las piernas de sus colegas para despistar a la prensa.
El ministro con cara de “Osito de los Muppets”: declaró que:
“Primero pidieron un subsidio básico y un estudio para la renta. Luego, se retractan y dicen que quieren renta económica. El gabinete aprobó pagar Bs 1.000 sólo a personas con discapacidad muy grave. Después, piden al Gobierno una renta anual de Bs 3.000. Y por último aceptan los Bs 1.000 cuyo pago se amplíe a las personas con discapacidad grave”, detalló.
Tiene razón el ministro: ¡Que desconsideración de estos discapacitados, pedir nada menos que Bs. 3000 anuales o sea exactamente: ¡Bs. 8.21 DIARIOS (un poco más de un dólar americano) o alrededor de Bs. 250.- mensuales!!!!! ¡Qué desconsideración! ¡Pedirle esa suma a un gobierno que se dice del pueblo y para el pueblo! ¿No se dan cuenta estos señores discapacitados que esa “inmensa fortuna” que ellos solicitan, es necesaria para construir museos en Orinoca donde se exhiban las “chompitas a rayas” de Evo Morales, sus chaquetas especialmente diseñadas para él por la mejor diseñadora del país y sus calcetines de lana lavados una vez al año? (Museo que será visitado por los 2000 habitantes de Orinoca el día de su inauguración y luego estará más abandonado que viuda fea sin hijos.) ¿No se dan cuenta de que Orinoca necesita un Estadio con césped sintético, para que los 150 niños del pueblo jueguen con sus pelotas de trapo? ¿No piensan que un Imperio de 36 naciones necesita un satélite para que la señal del canal 7 llegue a su último rincón? ¡Nadie parece tomar en consideración el conjunto de excentricidades, que deben llevarse a cabo cuando se le ocurren a su majestad, en un país tan rico como Suiza: ¿Un Boeing 787, para visitar a sus amigos los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Irán, Mahmud Ahmadineyad, tanques para atacar a indígenas desarmados, y una infinidad de extravagancias y caprichos de millonario? Muy pronto necesitaremos también cohetes para llegar a la Luna o a Marte. ¿No somos acaso una potencia mundial que habla de tú a tú con los Estados Unidos de América e impone condicionas para tener relaciones con ese país?
El ministro con cara de “Teta de vaca” opinaba con toda razón: “¡que si los discapacitados pueden atacar a la policía, pueden también trabajar!” – ¡Que inteligente es ese ministro! ¡Cuán profunda su reflexión! Pero ¿No era más fácil evitar la confrontación y dejar pasar a los marchistas como lo hicieron con los del “Tipnis cocalero”? ¡Solo fingir que los policías trataban de detenerlos y luego dejarlos pasar como a Pedro por su casa! ¿Qué daño podrían haber causado?
Así señores discapacitados, ¡Vayan a sembrar coca y serán millonarios!
