HOY BESÉ
Hoy besé las manos de Jesús,
manos curtidas de adulto mayor
que siendo joven quemó su barca,
persiguiendo un solo sueño
conquistando el mar de su ideal.
Hoy besé las manos de Jesús.
A veces no son como deberían,
otras, no hacen lo que yo querría;
tan humanas, tan divinas.
Pero amigas, disponibles.
Hoy besé las manos de Jesús.
Levantaron un pañuelo
despidiendo a quien amaba.
Secar lágrimas no suyas.
Vendar heridas desgarradas.
Hoy besé las manos de Jesús.
Solo pueden abrazar la cruz,
acariciar el altar de mármol blanco.
Pan y vino sobre el leño: cenar solo.
Acostarse muy cansado.
Hoy besé las manos de Jesús.
Cuando se levantan me bendicen,
me alimentan de Eucaristía
me despiden con la voz:
“vete en paz, te ha perdonado”.