Lunes 13 de febrero 2023
#Crónicas #Vaticanas
Hace una semana un terremoto devastó la frontera entre Turquía y Siria. Se habla de cuarenta mil víctimas y desde hoy los rescatistas dejarán de buscar sobrevivientes bajo los escombros.
Las imágenes crudas de la desolación donde antes había edificios, contrasta con la alegría de encontrar niños y adultos vivos. Son momentos en los que caen las barreras culturales, lingüísticas y religiosas. No debería haber fronteras a la solidaridad pero a veces se nos olvida que las sanciones internacionales a Siria siguen en pie.
En el Ángelus el Papa Francisco, además de compartir una breve reflexión sobre el evangelio dominical, normalmente se refiere a los principales hechos de la semana, por esto dirigiéndose a los peregrinos en la Plaza de San Pedro pidió que recemos y pensemos qué podemos hacer por las víctimas del terremoto. Como de costumbre, también pidió por la paz en la martirizada Ucrania.
La Iglesia esperaba que dijera algo sobre la condena a 26 años de prisión a un obispo nicaragüense. Sentencia inaudita que fue dictada el jueves 10 de febrero acusando al pastor de traición a la patria, obstrucción y desinformación a través de sus redes sociales. Se trata de monseñor Rolando Álvarez, de 50 años de edad.
La semana pasada 222 disidentes fueron expulsados del país pero el obispo no quiso exiliarse y entonces el peso del régimen orteguista aplastó su libertad y dignidad, porque incluso fue despojado de su nacionalidad.
Con estas palabras, Fransico compartió su tristeza: “no puedo dejar de recordar aquí con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos. Rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida nación, y pido vuestras oraciones”
Es lo que sucede hoy en América Latina. Los líderes que un día surgieron en contra de los regímenes militares, absolutistas y violentos, terminaron convirtiéndose en los monstruos que tanto odiaban.
En otro orden de cosas, nuestra crónica vaticana nos lleva hacia varios continentes porque en estas semanas se están realizando encuentros sinodales a nivel regional y continental. Las conclusiones serán enviadas hasta el Vaticano y desde allí surgirá el documento de trabajo para la asamblea de obispos que tendrá lugar en octubre de este año. ¡El tiempo no se detiene!
No se trata de un juego de palabras, pero en la asamblea sinodal a fin de año el tema central será la sinodalidad católica, diferente a una democracia o un parlamentarismo.
Finalmente, ya podemos adelantar que el Papa presidirá la liturgia del Miércoles de Ceniza y, días después, suspenderá su agenda para realizar un retiro espiritual. Esta vez lo hará solo y en su propia residencia.
Post data.-
No seamos indiferentes ante los incendios en Chile y la violencia en Haití. Una oración y una acción solidaria por todos ellos.