P. Javier Ostriz presenta su informe sobre su visita como Inspector Salesiano en Bolivia.
He estado haciendo la visita inspectorial o pastoral a dos de nuestras obras en Cochabamba. Obras muy privilegiadas como es las dos obras misioneras que tenemos en Kami e Independencia. En la primera estuve del 12 al 15 de julio y el 16 al 21 en la segunda.
Ha sido un encuentro, como siempre, de animación y gobierno para estar cercano a los hermanos, para empaparme y conocer realmente todo lo que hacen. Doy gracias a Dios por las maravillas que está haciendo a través de mis hermanos el Señor. A pesar de las miserias humanas que podemos tener, de las limitaciones como seres humanos que somos pero realmente es de alabar todo ese sacrificio, entrega, amor, cariño que ponen en esta misión en dos lugares que no dejan de tener sus dificultades.
Por ejemplo Kami, con el hecho de la minería. Allí está el centro minero que es un fluir de gente de acuerdo a lo que sube o baja el mineral puede haber mucha gente como también puede haber mucha ausencia. Es una zona de mucha transición, de mucha movilidad humana.
El campo que también comparte la misma realidad con Independencia que tiene la zona quechua, aymara, porque está en frontera prácticamente con la ciudad de La Paz y que allí en la zona campesina, en los pueblitos, las comunidades, nos encontramos con que lo que más abunda son personas ancianas porque los jóvenes migran a la ciudad o migran a otros lugares donde puede haber mejores condiciones de vida, con la dificultad que después van solo a visitar o para la fiesta del pueblo o cuando tienen algún problema sus papas o sus abuelos.
Esto es una dificultad muy grande que estamos encontrando en estas zonas misioneras. Pero aun así nuestros hermanos están llevando adelante estas dos parroquias y con muchos emprendimientos también de desarrollo social para las comunidades y desarrollo social económico para las familias.
En estas misiones salesianas tenemos desde las cooperativas que se han hecho para los sembradíos, plantaciones y cosechas de papas, abriendo caminos por aquí por allá, en donde no hay para dar mayor acceso, estamos enseñando a cultivar en el campo con proyectos, ayudando a las personas a cuidar los animales, poniendo técnicos, ingenieros, que ayuden, colaboren en este trabajo y como estas muchas iniciativas más. Algunas tienen mayores éxitos que otras pero en el fondo está el cariño y el amor hacia esta gente y especialmente hacia los jóvenes para darles esa oportunidad y educarlos como quería Don Bosco para que fueran y sean buenos ciudadanos, unos buenos cristianos y buenos hijos de Dios.
La próxima visita oficial será en la sede Inspectorial del 7 al 9 de agosto, luego me ausento a El Alto – La Paz y de allí paso a Escoma del 10 al 14 de agosto. Y los otros dos días me dedicare a los festejos del Bicentenerio.
Luego en el mes de septiembre, octubre y parte de noviembre estaré haciendo la visita a las casas del oriente.