(Ciudad del Vaticano / Roma) La Santa Sede designó ayer al actual obispo de Limón, José Rafael Quirós, de 58 años, como nuevo arzobispo de San José, en la víspera de que Roma ratifique el segundo milagro que canonizará al papa Juan Pablo II.
Para hoy, se prevé que el Vaticano divulgue mayores detalles sobre esa sanación. Uno de los casos mencionados extraoficialmente es el de la cartaginesa Floribeth Mora Díaz.
Ayer, Quirós recordó que soñaba con una misión así desde antes de cumplir 13 años.
Sobre temas polémicos como las uniones gais o fecundación in vitro el prelado fue claro en que ya todo eso se habló en la Conferencia Episcopal.
“Lo que sí tiene que quedar claro es que la Iglesia no persigue ni margina a nadie”, aclaró Quirós, quien sustituirá a monseñor Hugo Barrantes, de 77 años.
El futuro sétimo arzobispo de San José tomará posesión de su cargo el jueves 29 de agosto, dentro del llamado mes de la Negrita de los Ángeles.
Ese día, dijo, tomará posesión con el ansiado propósito de conformar “un solo rebaño con todos los fieles”.
“No me puedo desviar de la nueva evangelización, con todas sus exigencias de cercanía, de apertura, de escucha, de invitación a todos, de renovación de las parroquias”, enumeró Quirós, quien es oriundo de Cartago.
Anuncio y retiro. La designación del nuevo arzobispo llegó anteayer a las 3 p. m., de sorpresa, a la puerta de quien ocupó por más de una década ese mismo puesto: monseñor Barrantes.
El sobre llegó del Vaticano con la aprobación de su renuncia, unos dos años después de que la solicitó al Vaticano.
“Hasta ese día supe quién sería mi sucesor; antes no tenía idea. La Santa Sede todo lo maneja con eterna calma, bajo un gran secreto”, susurró Barrantes.
Según dijo, se retira feliz, no solo porque lo despide “el milagro del Papa”, sino porque le dejará su silla a quien, aseguró, suma las virtudes de un cartaginés: es fuerte, con ideas claras, intensas luchas y repleto de fe.
El elegido es joven y eso pudo ser clave para su escogencia. Su gestión será larga si se toma en cuenta que, como todo obispo, deberá retirarse al cumplir 75 años.
¿Quién es? Aunque nació en Llano Grande de Cartago y vivió ahí por un cuarto de siglo, Quirós dice ser de Limón, donde fue obispo en los últimos siete años. A esa provincia le deja una plaza vacante.
Mientras tanto, en San Isidro del General, Tilarán y Ciudad Quesada aún se espera que el Vaticano llene las plazas vacantes.
Quirós desempeñó cargos como capellán de la Fuerza Pública (1995 – 1997), vicario general y moderador de la curia de la Arquidiócesis de San José del 2004 al 2006.
Confiesa que es fiel a los buenos valores por herencia de una familia de ocho hermanos, un padre campesino y una madre ama de casa.
Quirós, quien además es tesorero de la Conferencia Episcopal, explicó que tiene muy claras las normas sobre el manejo financiero de la Iglesia.
La elección del cartaginés le trajo “inmediata esperanza” a Óscar Fernández, obispo de Puntarenas y actual presidente de la Conferencia Episcopal de San José.
“Está joven, es organizado y carismático, sabe escuchar y tiene amor por el rebaño. Ha llegado un gran pastor para la Arquidiócesis”, expresó Fernández.
“Le tiene cierto temor a la prensa, pero quiere superarlo”, añadió, risueño, monseñor Barrantes.
Cuando se retire, Barrantes reveló que regresará a la zona sur, donde está toda su vida y le espera una casa y mucho trabajo.