Santa Cruz

Termina “misión popular” en Yapacaní y Monseñor Sergio les anima ser misioneros día a día

Del 2 al 16 de septiembre los Redentoristas realizaron una gran misión popular en Yapacaní dentro de la Vicaría Santa Rosa de Lima, en la Arquidiócesis de Santa Cruz.

Al final de la misión, este domingo 17 de septiembre Monseñor Sergio Gualberti presidió la Eucaristía de clausura con toda la comunidad y los que participaron activamente impulsando esta gran misión popular, les animó a continuar la misión porque la Iglesia es misionera “si tuviéramos de verdad que clausurar la misión tendríamos que cerrar la puerta e irnos todos a casa”, dijo el Prelado en sentido que termina la misión popular animada por los padres redentoristas pero continúa la misión de toda la comunidad de Yapacaní para anunciar a Jesucristo.

“Estamos clausurando una ‘etapa’ muy importante, creo que ha sido una iniciativa muy acertada… Pero ahora les toca trabajar ya que esta tarea misionera corresponde a todos” dijo el Prelado Cruceño y agregó que “Todo bautizado, por el bautismo, es discípulo y misionero de Jesús”.

Monseñor Sergio precisó que la tarea para todos ahora es “ser misioneros comenzando en la familia… tenemos que asumir esta tarea de anunciar a Jesús” puntualizó.

El Arzobispo cruceño también recordó el Evangelio donde Jesús afirma: “aquel que piensa salvar su vida pensando solo en sí mismo la perderá, pero aquel que pierde y gasta su vida por mí y por el evangelio, la salvará…” Y en ese mismo sentido dijo que “hay que entregar nuestra vida por Él. Hay que salir de nuestra pasividad. A veces somos demasiado pasivos, no nos animamos a hacer conocer a Jesús… y si Jesús es lo más importante en su vida, ¿por qué no lo compartimos? Por qué no lo hacemos conocer, porque no decimos a la gente, sobre todo a los jóvenes, que no busquen detrás de la droga, detrás de la política, ser importantes, sobresalir, busquemos en Cristo nuestra realización…”

Finalmente, el Arzobispo de Santa Cruz les desafió también a crecer como comunidad, hacer que nuestras capillas se vuelvan centros pastorales…. Que desde ahí se irradie el señor peor hay que crecer y crear comunidad” dijo,

“Animo, no tengamos miedo, sigamos entonces con la misión, con mucho entusiasmo asumiendo este reto que los padres, las hermanas, los diáconos que los acompañaron les han dejado para que ustedes transformen esta realidad aquí en Yapacaní porque también Yapacaní necesita de Jesús y ustedes son aquellos que lo hacen presente con su vida y su compromiso disfrutando e irradiando la luz que sale de la luz de Cristo crucificado”.