La Paz

SON 840 JÓVENES LOS QUE ASISTIRÁN A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Se trata de 840 jóvenes que asistirán en agosto próximo a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), para lo cual se prepararon durante varios meses en diferentes talleres de formación por todo el país siguiendo el programa mundial y la pedagogía planteada hace tres años por el Papa.

La catequesis que se llevará a cabo en esta Jornada Mundial ocupó un lugar importante en esa preparación de los jóvenes, que fueron divididos en dos zonas: la del Oriente y Tarija, y la zona andina y Sucre.

Gabriela de la Barra, responsable nacional de Pastoral Juvenil Vocacional, explicó que se formó grupos de diez personas para la oración y, también, para definir a qué lugar de España quieren ir, qué catequesis seguir y qué parroquias desean visitar, ya que la primera semana estarán en Granada y la segunda en Madrid.

La delegación boliviana estará presidida por tres obispos: Stanislaw Dowlaszewicz, auxiliar de Santa Cruz y presidente de la Pastoral Juvenil Vocacional; Krzysztof Bialasik, obispo de Oruro; y Jesús Juárez, obispo de El Alto, presente en todas las jornadas anteriores.

Los tres prelados, junto a seis sacerdotes y cuatro religiosas, acompañaran a los 500 inscritos de las diferentes diócesis. Asimismo, 340 jóvenes del Camino Neocatecumenal viajarán con el padre José Martínez como responsable. Estos 840 jóvenes oscilan entre los 14 y los 25 años, y una minoría tiene entre 45 y 50 años, compuesta por los padres que acompañarán la delegación.

“Los jóvenes, que serán embajadores de Bolivia en este extraordinario acontecimiento, tendrán oportunidad de fortalecer lazos de amistad, de comunión eclesial y de hermandad al interior de las diferentes diócesis. Ellos, que son el futuro del país y de la Iglesia boliviana, consolidarán sus esfuerzos y anhelos en este encuentro con jóvenes de todo el mundo”, deseó el nuncio en Bolivia, Giambattista Diquattro.

La delegación llevará a la JMJ, primero, un mensaje de que los jóvenes siguen siendo la esperanza; no por la edad cronológica, sino por su alma viva. Un segundo mensaje de unión, “no porque vayamos juntos, sino porque es lo que queremos, lo que necesitamos, a Jesucristo vivo”. Y un tercer mensaje, “muy importante: que podemos ir y volver todos, porque España casi nos cierra las puertas por ser latinoamericanos”, lamentó.