Miércoles 8 de julio de 2015
Santidad:
Gracias por estas palabras llenas de afecto paterno a toda la población de Bolivia. Como diócesis de El Alto, tenemos el agrado y la alegría de acogerlo y darle la bienvenida, a nombre también de toda la Iglesia que vive su fe en esta bendita tierra de Bolivia.
Lo hacemos en este anfiteatro que usted ha visto, un anfiteatro natural, donde el aire limpio y los nevados muestran su rostro benefactor y la hermana madre tierra y la creación entera cantan con todos nosotros la belleza del Creador.
Por eso sus palabras nos alientan a seguir el camino de la construcción de la fraternidad, de la superación de todo el que afecta a cada uno de nuestros hermanos. Santidad en su mensaje previo, usted nos ha pedido unir nuestras oraciones para que el anuncio del evangelio llegue a las periferias más alejadas.
Lo hemos hecho y seguiremos haciéndolo, ahora le pedimos todos juntos que oremos y que después nos imparta su paterna bendición.
(El Santo Padre imparte su bendición)
En silencio desde nuestro corazón, que Dios Padre de todos los bendiga, que Dios Padre nuestro nos bendiga en el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo.