La construcción de una carretera significa unir a los pueblos y es siempre bienvenida, como en el caso de nuestro departamento, Beni, que necesita caminos para progresar, especialmente para los habitantes asentados en las zonas alejadas de los centros urbanos, cuyos medios de transporte son el caballo, el buey-caballo y el carretón, y si están a orillas de los ríos la canoa o el motor fuera de borda. La producción agrícola de estos campesinos es para el consumo familiar y las frutas no pueden ser comercializadas por falta de transporte.
Todos sabemos que es necesaria una carretera, pues con ella se mejoran las condiciones de vida de las personas. El proyecto de construcción de la carretera entre Villa Tunari y el pueblo de San Ignacio de Moxos, que dividiría el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), no sería la solución al problema del atraso económico, social y cultural de nuestros pueblos moxeños; los benianos estamos realmente muy alarmados porque ello ocasionaría la destrucción de nuestra gran riqueza ecológica como plantas de mara, palo maría (isiboro viene precisamente de siboruqui = tajibo o lapacho), jarca, cedro, palmeras, chonta, chuchío, cusi, motacú, asaí y otros que son la riqueza forestal de la región y uno de los pulmones del mundo que aún nos queda.
La fauna tiene múltiples especies como tigre, león, anta, taitetú, puerco de tropa, jochi pintau, tigrillo, ciervo, urina, piyo (avestruz) y oso hormiguero, y como en toda selva o monte en ella habitan las serpientes, arañas, tarántulas, alacranes, mosquitos y abejas, así como una gran variedad de aves; entre las más bellas citaremos las parabas o papagayos, loros de diversas clases, tucanes, tordos, cardenales, mutunes, tapacarés, garzas blancas y rosadas, batos y variedad de mariposas de mil colores.
En los ríos Isiboro y Sécure hay peces como el pacú, sábalo, palometas o pirañas, bagres, corvinas y tucunaré; reptiles como lagartos o caimanes, galápagos, tortugas, bufeo o delfín de agua dulce, considerado como una especie única de cetáceo que habita en las aguas de los ríos benianos.
Este paraíso puede ser destruido si se construye una carretera que divida el parque por el centro; cambiar la ruta propuesta podría significar probablemente un mayor costo económico para el Estado, pero deben analizarse las grandes pérdidas que se ocasionaría a la ‘madre tierra’ y a los recursos naturales con la construcción de la misma. Un Gobierno indigenista está en la obligación de proteger el medioambiente y a los nativos del Isiboro Sécure, ya que su hábitat representa su riqueza natural.
Como benianos que amamos nuestro departamento y deseamos que el progreso y el bienestar llegue a nuestra gente, especialmente para aquellos que tienen menos recursos, pedimos al presidente del Estado Plurinacional, Juan Evo Morales Ayma, a su gabinete ministerial como a la Asamblea Plurinacional, a través de su presidente, Álvaro García Linera, que no aprueben una ley que destruya el equilibrio ecológico de la región del Tipnis.
Muchas veces hemos escuchado al presidente, en sus disertaciones a escala nacional y mundial, en convenciones, foros o reuniones internacionales, defender la madre tierra y lo hemos aplaudido. Es por eso que hoy solicitamos que no se destruya el Parque Nacional Isiboro Sécure, que el trazado de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos sea por otro lado, sin penetrar el parque y que paralelamente dicten un decreto o aprueben una ley que prohíba el ingreso de extractores de madera y productores de coca.