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Pasamos de 100 mujeres asesinadas. ¡Basta ya!. P. Diego Pla

El Secretario General Adjunto de la CEB, dijo que ser profeta es Anunciar la Palabra de Dios y denunciar la injusticia. También dijo que para preparar el camino del Señor, primero he de prepararlo en mi interior luego hay que Gritar contra las injusticias, allá donde se dan esas injusticias.

Por otro lado pidió en oración por la conversión de los violentos, los intransigentes, los que han perdido la esperanza en sus vidas, asimismo pidió por la perseverancia de la Iglesia para la Mayor gloria de Dios

Finalmente exhortó a los files a que juntos preparemos el camino al Señor, el camino a la solidaridad y expresó su agradecimiento al Señor por habernos dado el ejemplo y por confiar en nosotros.


HOMILIA DE P. DIEGO PLA

SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA CEB

II DOMINGO DE ADVIENTO CICLO C

Domingo, 5 de diciembre de 2021

Ser profeta es Anunciar la Palabra de Dios y denunciar la injusticia

Querida comunidad de la Basílica Menor de San Francisco, en las lecturas de este segundo domingo de Adviento encontramos el mensaje de dos profetas, Baruc y Juan Bautista. Con ellos la Palabra de Dios nos invita a mirar al futuro con esperanza. “Dios guiará a Israel con alegría, a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia”

Lo primero que quiero aclarar es que hay que tener claro lo que es Ser profeta: Por el Bautismo fuimos consagrados, todos, fuimos consagrados como Sacerdotes, profetas y Reyes. Ser profeta es Anunciar la Palabra de Dios y denunciar la injusticia.

El anuncio de la Palabra de Dios es fundamental, pero también tenemos que encarnar la Palabra de Dios en nuestro tiempo, en nuestra realidad, en nuestras vivencias, en nuestras luchas diarias.

Para preparar el camino del Señor, primero he de prepararlo en mi interior

Esperamos la venida del Señor, pero mientras tanto, intentamos ser fieles y luchar por la causa del Reino y su justicia.  Pero no es fácil, lo cotidiano de la vida está cargado de problemas económicos, políticos, de salud, sociales… Hay frustraciones, miedos, pérdidas de sentido, fracasos, soledades e incomprensiones. Ciertamente lo que Juan pretende de nosotros implica una dura y gran transformación, no se trata de un simple cambio, un retoque, una pintura de fachada. Para preparar el camino al Señor, primero he de prepararlo en mi interior, dejando de un lado todos los antivalores: orgullo, egoísmo, soberbia, ira, intransigencia, violencia, etc…

Grita contra las injusticias, allá donde se dan esas injusticias

Después debo de anunciar la Palabra de Dios, de palabra y de obra, con mis labios y con mis actos, con coherencia. Puede ser fácil de palabra, pero es más difícil que esté respaldada con nuestras obras. Pero no me quedo ahí, doy un paso más. Y este paso sinceramente trae problemas, por eso muchos no quieren darlo. Y es que ser profeta es ese paso adelante que denuncia lo que no es justo, alza la voz, GRITA CONTRA LAS INJUSTICIAS, allá donde se dan esas las injusticias.

En Bolivia pasamos de 100 mujeres asesinadas, basta ya. Acabemos con esta lacra

Cómo no gritar contra los feminicidios, en Bolivia pasamos de 100 mujeres asesinadas en los que va de año. Cuanto dolor, cuanta violencia, cuanto sufrimiento, cuantos huérfanos, basta ya. Coordinemos entre todas las instituciones planes que acaben con esta lacra de nuestra sociedad.

Por eso les propongo tres pasos, tres acciones a seguir para este camino del adviento.

  1. Desde el contacto con la Palabra de Dios podremos convertir los corazones, de corazones de piedra corazones de carne, que sienten por el otro, para que tengamos una existencia fraterna, en respeto al otro, transformando nuestra existencia para que se adecue al ser hijos de Dios, y hermanos entre todos.

 

  1. En segundo lugar, el anuncio de Juan era la conversión para acoger la salvación. Esta predicación sigue siendo necesaria en nuestros días. Acoger a Cristo Salvador en nuestras vidas. Hay que sacar de nuestras vidas la desesperanza, hay que agarrar de frente la responsabilidad de nuestras vidas, “Agarra tu vida en tus manos, y sé el creyente responsable”. Si lo hacemos así proyectaremos a nuestro alrededor que otro mundo es posible, y que las cosas pueden ser de otra manera, conforme a la voluntad de Dios.

 

  1. Y en tercer lugar, además del contacto con la Palabra de Dios con nuestras existencias y nuestra realidad, además de la conversión responsable, algo muy importante y necesario que debemos intensificar en el tiempo de adviento, es la oración personal, y la de los unos por los otros.

Pido en oración por la conversión de los violentos

Hoy pido en oración por la conversión de los violentos, por aquellos que optan por matar en vez de generar vida, para que aprendan a sacar de sus vidas los odios y entren en el camino del amor.

Pido por la conversión de los intransigentes

Hoy pido por la conversión de los intransigentes, intolerantes, fanáticos para que conviertan sus corazones al diálogo, a la escucha del otro a pesar de que piense distinto a mí.

Pido por los que han perdido la esperanza en sus vidas

Hoy pido en este tiempo de adviento por los que han pedido la esperanza en sus vida para que descubran que siempre es posible recuperar la alegría, la justicia y la misericordia.

Pido por la perseverancia de la Iglesia

Pido en oración por la perseverancia de la Iglesia, una Iglesia profética, valiente, que camina al lado de su Pueblo, desde la sinodalidad, desde el caminar juntos,  el Pueblo de Dios que los formamos todos, todos los bautizados, una Iglesia que camina unida a pesar de los difíciles tiempos que nos toca vivir.

A la mayor gloria de Dios

Hoy san Pablo nos dice: “esta es mi oración, que vuestro amor siga creciendo… así llegarán al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia por medio de Cristo Jesús, para Gloria y alabanza de Dios”.

Como decía San Ignacio de Loyola: Ad maiorem Dei gloriam, “A la mayor gloria de Dios”. Todo lo que hagamos en esta vida sea para dar gloria a Dios.

Preparemos el camino al Señor

Preparemos el camino al Señor en nosotros mismos y en el mundo que nos ha tocado vivir, y hagámoslo desde la esperanza.

Preparemos el camino a la solidaridad

Preparemos caminos de solidaridad, de reconciliación, de fraternidad, de paz, de justicia. Sé que es muy y muy grande la tarea, pero Dios confía en nosotros, está a nuestro lado, camina junto a nosotros en esta maravillosa tarea que es preparar el camino a Jesucristo.

Gracias Señor por habernos dado el ejemplo y por confiar en nosotros

No hay cansancio, no hay miedos, no hay flojera, no hay excusas, al contrario hoy le decimos gracias Señor por habernos dado el ejemplo de tantos profetas a lo largo de la Historia de la Salvación, y gracias Señor por confiar en nosotros. Adelante, con responsabilidad y confianza en el Señor, mis hermanos. Que así sea.