En este año 2015 se ha cumplido el 20 aniversario de la primera lacrimación de la imagen del Cristo que se conserva en la casa de la familia Arébalo-Urquidi en la calle Belzú en Cochabamba, a poca distancia de la Parroquia de San Pedro y también del cerro de San Pedro donde se encuentra la majestuosa imagen del Cristo de la Concordia. Hagamos un resumen de algunos datos históricos.
La imagen Cristo sangrante fue adquirida el 9 de marzo de 1995 por la Sra. Silvia Arébalo, azafata aérea, que se encontraba en proceso de conversión espiritual. Ella quería montar en su casa un pequeño oratorio y buscaba una imagen de la Virgen. Entró en una tienda de objetos religiosos y su propietario, el Sr. Borda, le mostró una imagen de unos 30 cm., con el busto de Jesús, azotado y coronado de espinas y con la mirada angustiada, elevada hacia el cielo buscando la ayuda de Dios. La Sra. Silvia se sintió muy atraída en comprarla a pesar de que el Sr. Borda le indicó que la imagen tenía algún defecto en la nariz y que podría darle otra.
La Sra. Silvia habilitó un oratorio en la casa donde vivía con su madre la Sra. Emma Urquidi, legionaria de María. A las pocas horas de colocar la imagen rodeada de flores, aparecieron en la cara del Cristo gotas de agua. Silvia y su madre pensaron que se habrían derramado al regar las flores y y limpiaron la imagen. Pero poco después brotaron de nuevo lágrimas en los ojos. La noticia se corrió entre el grupo de amistades que acudieron a ver el fenómeno. Mayor fue todavía la sorpresa cuando casi un mes más tarde, el 2 de abril, aparecieron en la cara de Cristo efusiones como de sangre. Los medios de televisión transmitieron los hechos, originándose una gran conmoción en toda la población.
Algunas personas avisaron en La Paz al Dr. Ricardo Castañón, psicólogo clínico, interesado en fenómenos religiosos, ya que él mismo estaba en proceso de conversión. Golpeado por la noticia viajó a Cochabamba y después de varios días fue testigo de una efusión de sangre del ojo izquierdo del Cristo. Tomó muestras y las llevó a examinar a un laboratorio de La Paz y a otro laboratorio en Cochabamba. Ambos identificaron la existencia de hemoglobina, proteína fundamental de la sangre, aunque no pudieron establecer si era humana o animal. El Dr. Castañón llevó personalmente las muestras al laboratorio norteamericano Gen-TEST de New Orleans donde se analizaron genéticamente con el resultado de ser sangre humana por contener cadenas de genes humanos. Este resultado fue confirmado posteriormente en otro laboratorio en Australia.
El Arzobispo de Cochabamba, Mons. René Fernández, se interesó por el fenómeno y avaló los resultados del Dr. Castañón. El 29 de septiembre de 1995 nombró una Comisión Teológica, presidida por él mismo, con varios sacerdotes, siendo mi persona secretaria Además autorizó la veneración de la imagen del Cristo en la casa de la familia Arébalo y la celebración allí de una misa mensual. También instruyó que cada primer viernes de mes la imagen sería llevada a la parroquia de san Pedro para una veneración más amplia. Exhortaba a los fieles a guardar orden y respeto, confiando en que así se contribuía al crecimiento de la fe y traería bendiciones a Bolivia y al mundo.
La Comisión Teológica hizo el seguimiento y estudio de los hechos y entregó al Arzobispo el 29 de junio de 1997 el Informe Provisional. Mons. René ese mismo día emitió un Decreto con el sello de la Cancillería del Arzobispado, asumiendo las conclusiones y recomendaciones pastorales del Informe. Además declaró “preciosa” a la imagen para conservarla con respeto y exponerla a la veneración de los fieles, nombrando “Guardianas” de la misma a la Sra. Silvia y a su madre la Sra. Emma.
En el Decreto se resumían los argumentos que avalan la declaración de la imagen como “signo de Dios”, descartando explicaciones naturalistas, parapsicológicas o heterodoxas. Posteriormente la imagen del Cristo ha tenido nuevas efusiones de lágrimas y sangre, que han podido ser registradas y documentadas. También ha habido efusiones similares en otra imagen de la Virgen María en la misma capilla, aunque no han sido tan estudiadas ni comprobadas.
Después de veinte años han cambiado las circunstancias. En este año 2015 falleció el párroco, P. Alberto Del Vecchio, OFM. El actual Arzobispo de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio, todavía no ha tenido tiempo de interiorizarse de este fenómeno religioso que ha tenido gran difusión no sólo en Cochabamba sino también en toda Bolivia y en otras países, gracias en gran parte a los libros y las conferencias del Dr. Ricardo Castañón.
Este año 2015 el sacerdote polaco, Wojciech Btaszczyk, más conocido como P. Adalberto, ha publicado el libro “El Cristo de las Lágrimas. Análisis teológico-crítico”. Se trata de un valioso estudio sobre los acontecimientos sucedidos en relación con el Cristo en Cochabamba y recoge también opiniones y aportes de otros teólogos, tanto anteriores como actuales, sobre las efusiones de lágrimas y sangre de la imagen preciosa.
Estas efusiones nos ayudan a comprender con mayor profundidad el misterio de la redención, culminado con la muerte de Jesús en la cruz. Para contrarrestar el poder del maligno que continúa pervirtiendo los corazones humanos hacia el pecado son necesarias oraciones y sacrificios para que seamos corredentores, completando en nuestra carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo (Col 1, 26), colaborando con Él, unidos a la pasión de la Virgen María y de los mártires.