Percy era un jovenzuelo que terminaba el bachillerato y por sus ganas de hacer deporte se acercó a “la canchita” de fútbol del Seminario San Cristóbal en Sucre, y mientras ese chiquillo miraba jugar a los seminaristas fue interrumpido ganándose un buen susto cuando un señor mayor le preguntó con voz fuerte: “¿joven, qué quiere?”
Percy, para salir del apuro, le dijo “Quiero ser sacerdote” y su interlocutor, que era el padre Tomás Valencia, formador del seminario, aprovechó inmediatamente para entablar una conversación seria con él.
Sin más parafernalia espiritual. Ese fue el inicio de la vocación sacerdotal de Percy Galván.
En aquel momento, el sacerdote formador le preguntó en esa jerga incomprensible para la juventud: “¿Quieres ser sacerdote diocesano o quieres ser sacerdote religioso?” y una vez más, para salir al paso, el joven futbolista respondió con su simpleza de lenguaje: quiero ser sacerdote como usted.
Después de más de treinta años de sacerdocio Percy Galván cuenta ese momento como un recuerdo entrañable y providencial que le hizo elegir el camino al sacerdocio; pero no cualquier camino, sino el de ser sacerdote diocesano, camino que ahora lo ha llevado a ser arzobispo. Dicen que cuando le propusieron ser obispo en el 2012 no quiso aceptar y tuvieron que insistir mucho, y al final obedeció. Se fue a Corocoro como Obispo Prelado y ahora llega a la Sede de Gobierno como Arzobispo.
Se cierra la era Abastoflor (después de 24 años). Se abre la era Galván para la iglesia paceña, que tendrá que acostumbrarse a una forma de elocuencia popular al momento de oír las homilías, los discursos y reflexiones de monseñor Percy Galván, que sabe traducir en un lenguaje sencillo el lenguaje teológico tantas veces incomprensible para la mayoría. Él es biblista y le gusta explicar la Palabra de Dios.
Con la misma facilidad dice “cuando me jubile de obispo me voy a dedicar a hacer tortas” e inmediatamente presenta una “torta de valores” en medio de su homilía y atrapa la atención de la gente. Pero con otra tanta dosis de facilidad llama “politiqueros de cuarta” a la dirigencia política que piensan que los cristianos católicos debemos estar encerrados en nuestras sacristías.
“Nosotros somos levadura, somos fermento,…somos luz y tenemos que hacer de nuestra sociedad a la par con el proyecto de Dios. Eso supone compromiso, esfuerzo y lucha (…) con las armas del amor, con las armas que nos ha traído el niño Jesús, las armas de ternura, las armas de inocencia y las armas del amor” afirmó en una homilía navideña del año pasado.
En la conferencia episcopal es un obispo que saca la cara por el clero boliviano, y será por eso que entre otras responsabilidades también es Presidente del Clero y Seminarios. Cuando se le pregunta sobre eso de ser cura diocesano él explica: admiro y respeto a los sacerdotes religiosos (es decir: franciscanos, salesianos, jesuitas y un largo etc), pero no me sentiría tan feliz como siendo sacerdote diocesano y me considero el sacerdote más feliz del mundo.
REACCIONES
Un sacerdote de Sucre se alegra de la noticia, y entrevistado por Infodecom nos cuenta: Conocí a Percy cuando en 2004 llegué a Bolivia y él era el Rector del San Cristóbal. Siempre fue una persona cercana, amable, simpaticona, chistosa… Y de abrazos “de oso”, por su tamaño…
Tiene una cualidad extraña en los monseñores: estás con él y te sientes natural, libre y espontáneo… algo que siempre le he agradecido.
Otro sacerdote joven comenta: la gente de Sucre lo recuerda con cariño.
DATOS BIORÁFICOS
El nuevo arzobispo de La Paz, Percy Galván Flores, nació en Tomás Frías (Potosí) el 10 de agosto de 1965.
Sacó el bachillerato en Sucre y luego entró al curso propedéutico en el seminario San Cristobal de Sucre en 1984. Luego pasó a Cochabamba donde estudió filosofía y teología desde 1985 al 1991.
Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Sucre el 18 de julio de 1991, y de 1996 a 1998 fue Vicario Episcopal de la Zona Pastoral de la Frontera.
En el año 2001 después de tres años obtuvo una licencia en teología bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana.
De retorno a Sucre fue nombrado Rector del Seminario San Cristóbal, cargo asumido hasta el 31 de diciembre de 2005.
Cuando su amigo Ricardo Centellas fue nombrado Obispo Auxiliar de Potosí en el 2005, Percy ocupó el lugar de Vicario General en la Arquidiócesis de Sucre
Siete años más tarde aceptó su nombramiento episcopal. Era el 22 de diciembre de 2012 cuando Benedicto XVI lo nombró Obispo Prelado de Corocoro.
Fue ordenado Obispo el el 01 de mayo del 2013 en la catedral de Sucre y desde entonces fue obispo prelado de Corocoro. Prelatura que fue el centro de atención por haber sido la sede en la que trabajó el – actual – cardenal Toribio Ticona.
Este 23 de mayo 2020, se hace público el nombramiento que el Papa Francisco hace para la Arquidiócesis de La Paz, nombrando a monseñor Percy Galván como su nuevo arzobispo.
Sucederá a Monseñor Edmundo Abastoflor, también originario del clero de Sucre, y que hasta hoy fue el pastor de la Sede de Gobierno.
Seguramente el nuevo arzobispo de La Paz tendrá grandes desafíos por el contexto histórico en el que le llega esta nueva misión. Pero por ahora terminamos esta nota informativa y de análisis agradeciendo al Arzobispo Emérito de La Paz, Monseñor Edmundo Abastoflor que ahora da espacio a un nuevo discípulo del Reino de los Cielos “semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.” Bienvenido a La Paz monseñor Percy Galván.
A.B.