“El Señor ha puesto dentro de nosotros su propio espíritu que nos transforma nos cambia de criaturas de Dios en hijos de Dios, porque somos amados por Dios y elevados a una vida en el espíritu y no solo de carne, porque la carne muere, y el espíritu es eterno si vivimos según la Palabra de Dios.
La vida cristiana tiene sus momentos difíciles, pero si nos entregamos a Cristo, Él llevará nuestras cargas y nos pedirá cargar con su yugo que es suave y donde encontraremos alivio, El Señor nos propone unirnos a su misión para que todos podamos hacer la obra de Dios y no tanto nuestras obras”, destacó Mons. Waldo Barrionuevo, Obispo del Vicariato Apostólico de Reyes, este domingo, 5 de julio, durante su homilía.
Fuente: Iglesia Viva