Mons. Tito Solari, arzobispo de Cochabamba, pidió a los jóvenes que descubran la fuerza y el sentido de Dios en todas las cosas.
Muy queridos jóvenes:
Ya en el mensaje anterior me dirigí a ustedes, compartiendo la importancia de cultivar el corazón.
Cultivar el corazón es importante, pero no sólo deben hacerlo por ustedes mismos, sino por los demás. El ser humano no está solo en el mundo, también está llamado a mirar al otro, a buscar su bien, a entregarse para gozar de la felicidad de los demás, que se vuelve la plena felicidad de uno.
Por eso, en esta etapa, además de formar la inteligencia y cultivar el corazón, ustedes tienen que entrar en la sociedad. El ser humano es un ser social, ustedes salen de un hogar donde han aprendido a vivir en comunidad, en relación con otras personas. Pero la sociedad es algo más que el hogar, ya que comprende un conjunto de elementos como la política, la economía, el arte, el turismo, la ciencia, el deporte, la música, tantas cosas. Ustedes tienen que abrirse a la sociedad y, como buenos buscadores de oro, descubrir en estos ámbitos lo que más vale para ustedes y para la sociedad, identificando cuál es el rol que tienen en ella.
Entonces, en esta etapa de estudiantes, queridos jóvenes, procuren ir descubriendo la sociedad en todas sus facetas y los tesoros que encierra cada uno de sus ámbitos, para que puedan ver dónde ustedes pueden aportar más y dónde pueden realizarse mejor como personas.
Y todo esto, hijos, tienen que iluminarlo y enriquecerlo con los dones que vienen del cielo, de Dios. Dios que ha hecho todos estos dones y los ha creado a ustedes está presente en todos estos ámbitos. Cuando ustedes con la inteligencia van descubriendo horizontes nuevos, perciban también los de Dios. Cuando ustedes penetran en el corazón y gozan del amor, de la amistad, de la fraternidad, cuando viven profundas experiencias de entrega en la libertad, sientan que Cristo está ahí: enseñándonos a vivir y mostrándonos el camino de la felicidad y de la realización.
Y cuando entren en esos ámbitos también sepan que toda la historia humana es obra de Dios, descubran este sentido de Dios, esta fuerza de Dios en todas las cosas y se sentirán más felices, más seguros, y sobre todo más amados, porque encontrarán el amor de Dios en todas las cosas. ¡Él siempre nos acompaña! ¡No lo olviden!
Con tanto afecto,
+ Mons. Tito Solari Capellari
