La Paz

Mons. Percy anima a practicar la “triple A”, para ser buenos cristianos

 ¡Que viva el Señor resucitado!, “estemos Agradecidos, vivamos Alegres y seamos Amorosos con todos”, es el llamado del Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, Mons. Percy Galvàn desde la Basílica Menor de San Francisco, en este domingo en el que la Iglesia celebra la resurrección de Jesús.

Al iniciar la homilía Mons. Percy recordó la imagen de Jesús del Gran Poder, la imagen de Cristo resucitado con un poder infinito, que debe recordarnos que debemos vivir como cristianos de alto nivel, evitando la mediocridad, como Él nos ha enseñado.

En este sentido, el Obispo manifestó haber conversado con un economista, quien le enseñó lo que significa la calificación de una “triple A”, siendo esta la más alta, porque es la de mayor inversión, riesgo y al mismo tiempo la de mayor ganancia; razón por la que Mons. Percy en este domingo de pascua, invitó a los fieles a responder a Cristo resucitado siendo agradecidos, alegres y amorosos.

Rememoró como se ha vivido la vigilia pascual, esperando la resurrección de Cristo: “Anoche hemos escuchado la historia de la salvación, lo mas importante de la fe católica se ha celebrado anoche en la vigilia pascual, ahí se ha consagrado el cirio pascual, y hemos escuchado la historia de la salvación, Dios nos ha creado, nos ha hecho sus hijos, sus criaturas amadas, Él sigue diciendo, yo soy tu Dios y tu guía, después a través del arca de Noé, ha salvado la creación, y a través de los profetas ha firmado una nueva alianza con nosotros y nosotros la hemos roto y hemos desobedecido; sin embargo nos dice que ustedes son mi pueblo y yo soy su Dios,  y después nos ha mandado a Jesús para salvarnos”.

La primera respuesta a Jesús, es ser agradecido: “Hermanos seamos agradecidos a Dios, permanentemente, pongamos nuestra vida, salud, realización y salvación en sus manos, pese a tantas equivocaciones, Él sigue, nuestro Señor sigue abriendo los brazos para que estemos a su lado y recibamos su bendición. Veamos lo que pasa en Bolivia, en las regiones, familias, en los lugares de trabajo, que no falte el agradecimiento, veo hoy a autoridades políticas y regionales, todos con juicios, demandas, encarcelados, yo no sé quién querría hoy ser autoridad, si así va terminar su vida, ¿nada bueno habrán hecho estas personas?, ¿todo lo habrán hecho mal?, pero no veo que agradecen a quien hizo bien, no estemos siempre persiguiendo, amenazando, enjuiciando, nosotros como católicos, no podemos esconder la injusticia y ser cómplices de lo que está mal, pero también debemos saber agradecer. En la familia o a nivel laborar ¿agradecemos?, la palabra gracias, parece no existir en nosotros, si somos agradecidos porque Cristo que nos ha salvado, ese agradecimiento debe ser con todos, con quienes viven con nosotros, trabajan con nosotros y con quien vivimos diario, no enjuiciemos encarcelemos, critiquemos y juzguemos”.

La segunda respuesta a Jesús, es vivir alegres: “Cristo vive, y nos ha traído una alegría increíble, es la alegría, producida por su presencia, amistad y salvación, a veces nos dejamos llevar por nuestro carácter, hay que decir perdóname Señor por no estar alegre en este día hermoso, debo estar junto a ti, la Iglesia y todo el mundo; hermanos tenemos que estar alegres, y esta alegría no es producida por un chiste o noticia, sino por la amistad de Cristo que vive, resucitó y ha vencido la muerte y nos ofrece la felicidad eterna siempre. Pero queridos hermanos la alegría se siente y la hacemos sentir, la alegría cristiana siempre está en nuestro corazón, estamos contentos y agradecemos al Señor, no estamos sufriendo, ni deseando lo que no hemos podido ser, por algo somos lo que somos, y el Señor mira con agrado, llevemos esta alegría a nuestras familias. Y que esa alegría se sienta, se viva, experimente, que vamos a experimentar en esta vida sino es esa alegría familiar, laboral y la que compartíamos cada día, nos falta tiempo para ser felices, porque vamos a desgastar el tiempo estando tristes, aburridos, enojados y peleados, no hermanos estemos felices y contentos, y que esta felicidad ya alegría, este fundamentados en la fe y en Cristo resucitado”.

Y finalmente el Arzobispo, pidió ser amorosos: “Porque Cristo ha resucitado por amor, nos ama tanto que ha querido salvarnos a todos y esa salvación suponía esa pasión en la cruz y su resurrección, Él nos ha enseñado como amar, dando la vida por los demás. Hermanos amémonos, estamos dando algunos pasitos, pero debemos dar mucho más, el amor es respeto, solidaridad, ayuda, sinceridad, amistad, fidelidad, servicio, es que el otro sienta que cuenta conmigo porque es mi amigo y yo lo amo no por intereses humanos, sino porque él al igual que yo, ha sido salvado por Cristo resucitado”. “Seamos cariñosos, algunos dicen yo amo a otra persona y no se nota, tiene que sentirse, experimentarse que amamos y que nos aman, es una necesidad vital, sin amor no se vive, sino damos amor estamos muertos, si damos amor y recibimos amor estamos vivos”. ¡Que viva nuestro Señor resucitado!, exclamó al finalizar la homilía.

 

Fuente: Iglesia Viva