El Arzobispo Secretario de Relaciones con los Estados, Mons. Paul Richard Gallagher explica a los medios de comunicación del Vaticano el compromiso de la Santa Sede con el Tratado que entra en vigor el 22 de enero
El uso de la energía atómica con fines bélicos es “inmoral”, al igual que la “posesión” de armas nucleares. El 24 de noviembre de 2019, desde el Monumento a la Paz de Hiroshima, el Papa Francisco elevó su grito por un mundo finalmente libre de armas atómicas. Once meses después, en octubre pasado, se ratificó el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN), y a partir del viernes 22 de enero entra en vigor. El arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados, habló de ello a los medios de comunicación del Vaticano.