“Ser grande ante los ojos de Jesús significa servir. Ser primero ante los ojos de Jesús es aceptar, acoger a un niño indefenso, débil, inocente, humilde”, esta fue la reflexión que Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, realizó durante su homilía dominical, ayer domingo 23 de septiembre.
El hombre quiere ser primero y este deseo lo tiene desde su nacimiento, puedo decir que no es un deseo malo, porque expresa lo que toda persona humana quiere ser, ser valorado en toda su dimensión. Quien podría pensar que el Evangelio niega el deseo de ser primero, Jesús mismo ha dicho:” Si alguien quiere ser primero……? Eso significa que se puede aspirar si alguien quiere. Lo que cambia Jesús aquí, es la motivación y manera de realizar este deseo: “Si alguien quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos”, dijo.
Destacó que el verdadero poder del primer puesto es: ser primero para los demás, para repartirles lo que uno es y tiene para el uso de todos. El primer puesto permite aceptar que Dios sea Dios en su vida, que los proyectos sean de Dios y no de nosotros.
Resaltó que si uno quiere ser grande tiene que servir a los demás “… Tu grandeza se medirá a qué manera servirás al prójimo. Jesús no solo enseña sino también personalmente da el ejemplo. Todo el Evangelio es el testimonio de servicio. Nunca dejó olvidados a los pobres, enfermos, endemoniados, y necesitados. Servir fue su prédica cotidiana de Buena Nueva”, dijo.
Miremos a nosotros mismos, nos parecemos mucho a los Apóstoles del Evangelio de hoy y la segunda lectura de este domingo de la carta de Santiago:” Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad…..¿de dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten entre sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan, envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, agreden y se hace la guerra.” Todos los domingos nos encontramos en la Misa con Él, escuchamos su Palabra, lo recibimos en la comunión, pero a veces nuestra vida cotidiana va por otro lado, por otro camino. (veamos a Santa Cruz de hoy en sus efemérides departamentales, nuestras autoridades llenas de peleas, discusiones, divisiones) ,racismos, nuestra ciudad llena de violencia, muerte, delincuencia, narcotráfico y drogadicción, acotó.
El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz pidió que vivamos el evangelio: Siendo primeros Discípulos y Misioneros de Jesucristo que cambian su vida y se convierten para cambiar las estructuras estatales y eclesiales a favor de un mundo nuevo, siendo primeros para ver las necesidades del otro, cambiando las armas, la violencia, la corrupción por el pan, para que todos tengan hasta saciarse, de manera especial los más pobres, siendo primeros en vivir la paz y la unidad en la familia y en la sociedad, siendo primeros para perdonar como lo hizo Jesús, siendo primeros para defender nuestro medio ambiente, de palabra y de obra y siendo primeros para tener “la sabiduría que viene de lo alto que es ante todo; pura, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera.