Mons. Aurelio Pesoa, Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, desde la Catedral en su reflexión de este domingo, expresa como Dios sigue enseñándonos el cómo debe ser nuestra vida para que sea verdaderamente cristiana, pues se dice que nuestro hablar y acciones revelan nuestras creencias y actitudes.
En muchas oportunidades la buena impresión que buscamos dar, si es falsa, no dura, sino hay verdad en el interior de nuestro corazón, se termina, pues como dice el evangelio, de lo que hay en el corazón se dará a conocer por medio de nuestras palabras y acciones. Hoy esta Palabra nos enseña si de veras amamos al hermano, debemos a tener actitud de discípulo, que esta dispuesto siempre a aprender a ser mejor y asemejarse al maestro, si esta actitud no está presente, se corre el riesgo de convertirse en guías ciegos, tropezando uno mismo y haciendo tropezar a los demás.
Es en la participación y en la celebración de las eucaristías donde aprendemos las enseñanzas de Jesús, y este aprender no solo es para fomentar una teoría, o deseo del corazón, sino lo aprendido debe manifestarse en el testimonio; de lo contrario corremos en peligro de convertirnos en guías ciegos, por eso debemos abrir nuestro espíritu para que ese Espíritu Santo de Dios venga a nuestras vidas.
Hoy se nos dice como debemos vivir el amor al prójimo, y es cuando reconocemos con humildad nuestros propios errores y equivocaciones, y cuando luchamos en primera persona para no caer en el mismo error, así es como podemos ayudar a los demás a corregir las deficiencias de la vida.
Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver con claridad, y ayudar a sacar la paja del ojo de tu hermano, de lo contrario, Jesús nos dice, seríamos falsos, y como bien sabemos Jesús detesta la falsedad.
Hoy la Palabra de Dios es más dura, habla de la hipocresía en sus discípulos, para evitar la falsedad nos invita a que nuestra vida sea manifestación real del amor de Dios, en la medida de que el amor verdadero sea la norma de vida, siempre saldrán las obras buenas, entonces estaremos asemejándonos a lo que Dios quiere y pide de cada uno de nosotros, porque habrá coherencia entre lo que decimos y hacemos.
Hermanos insistimos, la eucaristía, la santa misa, es la presencia real del Señor resucitado que se acerca a nosotros a enseñarnos para darnos la fuerza y vida, que es su alimento, cuerpo y sangre, Jesús quiere ser parte de nuestra vida para que trabajemos siempre por el bien, en la buena obra de Cristo, nos muestra una vez más la conducta que deben tomar los discípulos, y nosotros también somos discípulos de Jesús.
Los discípulos deben aprender antes que pretender enseñar a otros, para eso se debe tener la suficiente valentía para saber mirarse a si mismos, sobre todo antes de mirar o señalar las faltas ajenas, por eso nos dice hoy el Señor, porque miras la paja del ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo, la buena conducta, el buen proceder debe salir del buen corazón, noble, compasivo, misericordioso y verdadero; es inútil por tanto, esperar frutos buenos de un árbol malo, así como esperar actos buenos de una persona mala, dice el apóstol Santiago, que no hay fe verdadera si no hay obras verdaderas.
En la semana que termina hemos sido testigos de los acontecimientos de muerte en la guerra entre Rusia y Ucrania, uno al ver las noticias piensa, cuantas personas inocentes tendrán que morir y huir a otros países por una injusta guerra, como fruto de intereses mezquinos y egoístas por querer dominar al otro y mostrar al más fuerte, y cultivar un espíritu de abuso y egoísmo.
El Papa Francisco muy preocupado por esta situación en los días pasados hace un llamado porque la guerra aunque este lejos de nuestro país es un peligro para todo el mundo, porque una chispa puede incendiar y destruir a todas las personas:
Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes. Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.
Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra.
Ese llamamiento que hizo el Papa, lo mismo, la Conferencia Episcopal hizo un llamado urgente a unirse en oración y ayuno por la paz en Ucrania, recogiendo este sentimiento; recogí lo que dice en Fratelli Tutti: “Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado, la guerra es un fracaso de la política y la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a la fuerza del mal”. Y otro autor dice: “La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian, se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan”.
Queridos hermanos verdades que debemos tener presente, y tener presente de ser hombres y mujeres y que seamos personas de paz, y que creamos en ese Dios que nos infunda sentimientos y acciones de paz, porque los que sufren son seres humanos, muchos de ellos católicos y cristianos, Que Dios nos instruya con sentimientos verdaderos de paz, no solamente con el deseo para los lejanos, sino la paz en nuestro país.
Fuente: Iglesia Viva