Resumimos algunos puntos más significativos del mensaje dado por los Obispos de Bolivia el 16 de abril de 2013 al finalizar la XCV Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana en Cochabamba. El mensaje se centra en el acontecimiento pascual de la resurrección del Señor y del envío de su Espíritu a sus apóstoles y a todos los que creemos en Él para que seamos renovados en ese mismo Espíritu.
La noticia de la resurrección del Jesús nos da una esperanza renovada, no sólo por ser el triunfo de la justicia, sino también porque renueva la historia. “¡El Señor ha resucitado! Esta es la verdadera buena noticia que ha cambiado para siempre la historia de la humanidad y es el fundamento de nuestra fe. El sepulcro abierto y vacío es un signo de la victoria de Cristo sobre la muerte, y es un llamado a abrir las puertas cerradas de nuestra vida, de nuestras familias y de nuestra sociedad y a vaciarnos de todo egoísmo, orgullo, violencia, enfrentamientos y divisiones”.
Los obispos centran su mensaje en el don del Espíritu que Jesús da a sus apóstoles asustados para que recobren su esperanza y puedan también comunicarlo a quienes se incorporarán a la Iglesia por su predicación. “El Resucitado al hacerse presente en la comunidad de los discípulos les trae el gran don de su Espíritu, que es Espíritu de vida, de paz, de perdón y de alegría”.
Espíritu de Vida. Nuestra existencia humana se abre a una dimensión espiritual, por encima de la material, que nos abre un horizonte esperanzador de vida eterna. “A la luz de este gran don, nuestra vida adquiere un valor inestimable desde el momento maravilloso de la concepción hasta la muerte natural, don que debemos agradecer y que nadie tiene el derecho de vulnerar. Por este motivo la Iglesia siempre ha defendido el derecho a la vida, como don de Dios inalienable. Alertamos ante intentos que atentan contra este derecho, pretendiendo promover leyes de formulaciones ambiguas sobre la vida, la juventud, el matrimonio y la familia”.
Los Obispos también denuncian el machismo y el alcoholismo, tan extendidos todavía en nuestra sociedad e insisten a que poner en práctica políticas de prevención. También se fijan en la situación, muchas veces inhumana, en las cárceles y solicitan que se agilicen los procesos judiciales y se mejoren las estructuras carcelarias para que no sean escuelas de delincuencia. Al mismo tiempo denuncian la instrumentalización de la justicia por intereses políticos y económicos, que ocasionan tantos sufrimientos a las víctimas, en distintos casos, inocentes.
Espíritu de paz. El Espíritu del Señor nos hace hijos de Dios y hermanos entre nosotros para que compartamos equitativa y solidariamente los bienes abundantes que Dios ha puesto a disposición para todos. Esta paz del Resucitado es don y al mismo tiempo tarea que debe fundamentarse en la verdad, la justicia, la libertad y el amor.
Los Obispos informan que recibieron la petición de dirigentes indígenas del Territorio Indígena, Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) que buscaban el cumplimiento de las determinaciones del Tribunal Constitucional Plurinacional sobre la Ley 222, obligando a una concertación entre el Gobierno y los pueblos indígenas. Por ello, la Iglesia aceptó formar, junto con la Asamblea de los Derechos Humanos, una comisión mixta que visitó a 36 comunidades del TIPNIS para evaluar la consulta realizada por brigadas del Gobierno. El informe de los DDHH y de la Iglesia Católica, denunciando las irregularidades de la visita oficial, “provocó la reacción de alguna alta autoridad del Gobierno tildando de mentirosa a la Iglesia e involucrando al Vicariato Apostólico del Beni como gran propietario de tierras en el TIPNIS”. Los Obispos desmienten esas acusaciones y muestran la obra humanitaria y social de la Iglesia en favor de la educación y capacitación de los niños y jóvenes del TIPNIS.
Espíritu de perdón y reconciliación. Frente a tantos conflictos y hechos de violencia que se suscitan casi diariamente en nuestro país, los Obispos insisten en el ejemplo del Resucitado que nos trae el don del perdón, perdonándonos y enseñándonos a perdonar. Recuerdan al nuevo Papa Francisco que tanto insiste en que se practique la misericordia y hacen un llamado a que los sectores y grupos, para que, deponiendo actitudes de enfrentamientos y violencia, pongan su confianza en la fuerza del diálogo, el perdón y la reconciliación.
Espíritu de alegría: “Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor” (Jn 20,20). Es preciso recuperar la alegría y fortalecer la fe, especialmente en el “Año de la Fe, que nos ha regalado el Papa emérito Benedicto XVI, al que agradecemos sinceramente por ser un humilde y valiente testigo de la fe”. Esta alegría se ha activado en la elección del Papa Francisco, hijo de esta tierra latinoamericana, que nos invita a ser verdaderos discípulos misioneros, desde una Iglesia pobre al servicio de los pobres que sale a las fronteras existenciales de la vida para llevar la Buena Noticia del Resucitado.
La Iglesia Boliviana quiere ser misionera que comparte su fe. Por ello ha organizado el VI Congreso Misionero Nacional a realizarse en Santa Cruz del 26 al 30 de junio. Los Obispos anuncian la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro del 23 al 28 de julio que congregará a millones de jóvenes que renovarán con entusiasmo su espíritu misionero cautivados por el llamado y el envío del Resucitado: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos”.
El mensaje desea una auténtica renovación personal, eclesial y social a todos los creyentes para que seamos testigos entusiastas y valientes del Espíritu de la vida, de la paz, del perdón y de la alegría. Los Obispos terminan invocando a la Virgen María que, con los discípulos, fue testigo del Resucitado y que goza de su gloria, para que comparta con nosotros su alegría y nos haga firmes en nuestros compromisos. ¡Verdaderamente vive el Señor!