AYER FUE LA VISITA A LAS TUMBAS, HOY ES EL TURNO DE LOS Q’HANCHACUS.
Una misa es el principio para la recordación de familiares.
Miles de personas de Sucre y provenientes del interior y exterior del país acudieron ayer, al Cementerio General, para pasar la festividad de Todos Santos junto a sus seres queridos y amigos fallecidos; esta tradición culmina en esta jornada con los esperados q’hanchacus.
Y es que esta fiesta (que es un sincretismo entre las costumbres de los pueblos originarios y la religión católica) está tan enraizada en gran parte de la sociedad boliviana, que la gente llega para visitar a sus muertos incluso desde Europa y Estados Unidos.
“Sin duda entre el 1 y 2 de noviembre, los bolivianos gastan millones de bolivianos para cumplir con la tradición de recibir a las almas, honrarles con los alimentos que más les gustaba en vida y organizar sonados festejos en su memoria”, manifestó el ingeniero chuquisaqueño Carlos Alurralde, que llegó desde Francia, con su esposa y dos hijos (todos franceses) para visitar las tumbas de su padre, madre y una hermana.
Ayer, el Cementerio General de Sucre lució repleto; había sectores donde casi no se podía avanzar por la aglomeración de las personas, todas tenían un mismo fin: “ir a rezar por sus difuntos”, a colocar flores, encomendar a los “rezadores” una oración o a instalar una “mesa” a los pies de las tumbas y nichos, casi todos vestidos de negro y con el dolor guardado en el corazón por la pérdida de sus seres amados, o hecho público a través de lagrimas desconsoladas.
La fiesta de Todos Santos también sirve para unir a las familias y sus diferentes generaciones que se encuentran para honrar a sus muertos.
En el interior del Camposanto se armaron cientos de “mesas”, caracterizadas por su variedad; la mayor parte eran pobres, otras austeras y las menos exuberantes, con muchos productos comestibles como masas, frutas, panalas, agua y ciertas comidas.
Asimismo, se observó a muchos “rezadores” (que generalmente son no videntes, ancianos y algunos niños) que cobraban 2,50 bolivianos por una oración o Bs 5 por un rezo y una canción para los “angelitos”.
En el interior del camposanto también estaban algunas personas ofreciendo a la venta pegamentos como la Gotita, para arreglar algunos desperfectos en los nichos.
Si bien los efectivos de la Policía y los funcionarios de la Intendencia y de Espectáculos Públicos ejercieron un fuerte control en el Cementerio para evitar el ingreso de alcohol, pudo más la habilidad de ciertas personas que se dieron modos para introducir bebidas espirituosas a la necrópolis; a pesar de ello, la pasada jornada, Espectáculos Públicos decomisó unas 200 botellas descartables “con trago” y unos dos bidones grandes con chicha.
Después que ayer las familias cumplieron con la visita al Cementerio, los seguidores de la tradición realizarán hoy en sus viviendas los famosos q’hanchacus, fiestas donde se consumen bebidas alcohólicas, se come mondongo o un picante de pollo y se reparte masas entre los invitados; el festejo inicia con una misa en recordación del difunto.
Los q’hanchacus pueden ser cerrados (festejo sólo en familia) y abiertos (con invitados especiales pero también reciben a cualquier visitante).
Por ejemplo, la familia de doña Asunta Callejas, fallecida hace seis meses (madre de dos hijas y un varón y abuela de siete nietos), siguiendo la costumbre y tradición de sus antepasados organizó para hoy un q’hanchacu abierto que iniciará con una misa a las 10:00, de allí los invitados acompañarán a la familia a su casa donde serán recibidos con un vaso de chicha, otro de cóctel y una bolsa con rosquetes.
Después de rezar por el alma de doña Asunta degustarán las mistelas, chichas y el delicioso mondongo (plato tradicional chuquisaqueño consistente en carne fritada de cerdo cocida con ají colorado, acompañado con papas y pelado de maíz pintado con palillo) y compartirán “hasta que las velas ya no ardan”, en la calle Destacamento 317 Nº 217.
La nuera de la difunta, María Ramírez, confió a CORREO DEL SUR que se pasó invitación a 100 personas, pero prepararon las masas, comida y bebida para unas 500, pues la invitación es abierta. Para este evento -que será sencillo según dijo- destinaron más de 7.000 bolivianos.
Familiares ofrecen misas a sus seres queridos
Templos llenos de feligreses que ofrecen misa a sus seres queridos que partieron al más allá, caracterizan las dos jornadas de Todos Santos y Día de Difuntos, donde la gente llevada por su fe cumple con Dios rezando en los templos y después recibe visitantes en sus casas, donde han preparado un altar para hacer rezar por sus almas.
El vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Sucre y párroco de Santo Domingo, padre Enrique Quiroga, explicó que en estos días los cristianos celebramos “nuestra vocación a la santidad”, celebrando a las personas que alcanzaron esas virtudes y que son un testimonio para los que están vivos.
“Celebramos a todos aquellos conocidos y no conocidos que han sobresalido en las diferentes comunidades parroquiales, diocesanas, grupos apostólicos, actividades sociales, políticas, económicas, laicos virtuosos que dieron su testimonio y que están contemplando el rostro de Dios”, destacó el sacerdote refiriéndose al día de Todos Santos.
En cambio hoy, en la conmemoración de los fieles difuntos, Quiroga dijo que no todos los que murieron lo hicieron en gracia de la santidad y necesitan de las oraciones para “ayudar a que los hermanos puedan alcanzar la misericordia de Dios y por ello se ofrece el sacrificio de la eucaristía”, enfatizó.
En las eucaristías, los sacerdotes leen largas listas de nombres de difuntos, oraciones que son ofrecidas por sus familiares o amigos, lo que hace que las eucaristías sean un poco más largas de lo habitual.
Recomendaciones policiales
La Policía recomienda no asistir a los q’hanchacus con vehículos y no dejar las viviendas abandonadas para evitar robos. La fuerza del orden trabajará con todo su personal durante el feriado.
El comandante Departamental de la Policía, coronel Rolando Ramos, informó que el plan Todos Santos entró en vigencia el 31 de noviembre con el control en el camposanto por parte del personal de Tránsito, FELC-C y los grupos DELTA y PAC.
Ayer, el control fue más estricto en toda la ciudad ya que todo el personal, incluso de oficinas, reforzó la labor en las calles y el cementerio para evitar hechos delictivos.
El personal policial en el cementerio trabajó para impedir el ingreso de bebidas alcohólicas, bandas de música, mariachis o personas en estado de ebriedad.
Por la tarde, una persona en estado de ebriedad quiso ingresar al cementerio a la fuerza, pese a la prohibición del personal policial; por esta acción, fue trasladada hasta la oficina de conciliación ciudadana por “faltamiento a la autoridad”.
Ramos recomendó que hoy, las personas no salgan con sus vehículos a los q’hanchacus porque en estos lugares se consume bebidas alcohólicas, que son la principal causa de accidentes.
Asimismo, recomendó dejar a alguien en las viviendas para evitar que los dueños de lo ajeno ingresen a robar.
Hoy, todo el personal estará de turno.