TARIJA DE CURATO A DIÓCESIS
Elías Vacaflor Dorakis
INTRODUCCIÓN
Todos los pueblos deben –necesariamente- profundizar su conocimiento de todos aquellos hechos que forman parte de su historia para explicar sus conexiones y prever el futuro. Con seguridad, esto no será fácil. El desconocimiento y otros factores pueden incidir negativamente para no conocer ni explicar determinado hecho histórico. Y son precisamente esos escenarios donde los errores de descontextualización y de perspectiva, provocan las inexactitudes, la desorientación y la ignorancia. Por esas razones, varios capítulos de la Historia de Tarija no están en la memoria de la población, sino, el simple relato superficial a nombre de leyendas y tradiciones y; donde el conocimiento pleno y la oportuna interpretación de los hechos tal cual sucedieron, están ausentes.
Para corregir ese gran defecto, deseamos sintetizar un importante período de la historia religiosa de Tarija. Para esa tarea, hemos apelado a una de las fuentes documentales más serias y responsables que fueron publicadas en Lima (Capital del Virreinato del Perú): “El Mercurio Peruano”, editado por la “Sociedad Académica de Amantes de Lima”, cuyo director fue Don Jacinto Calero y Moreira.
Dicha publicación (Tomo II, mayo, junio, julio y agosto de 1791. En la publicación de mayo, hallamos el siguiente titular: “Descripción Histórica y Corográfica de la Provincia de Chichas y Tarija” (Números 37, 38, 39, 40 y 41 correspondiente al 8, 12, 15, 19 y 22 de mayo de 1791, y cuyo autor es don Joseph Rossi y Rubí con el pseudónimo de “Hesperióphilo”.
De acuerdo a la edición número 38 de 12 de mayo de 1791 (páginas 27 y 28), tenemos el siguiente relato:
“…Entre los cincuenta hombres que acompañaron a Fuentes, se hallaba un religioso Dominico nombrado Fray Francisco Sedeño, quien ejercía el ministerio de Capellán, administrando los Sacramentos a los Españoles, y procurando aunque con poco suceso, convertir a los Chiriguanos. Fundó un convento de su orden, y obtuvo como por merced del citado Conquistador un crecido repartimiento de tierras. El celo de la Religión, y las proporciones de un país naturalmente rico, dieron margen a que las órdenes de San Agustín, San Francisco, San Juan de Dios y últimamente la Compañía de Jesús estableciesen en la Villa de San Bernardo Capital de este Partido un convento cada uno, logrando para ello muchas fincas y memorias pías…”
“…Con el sucesivo empobrecimiento de la Provincia se han aniquilado las fundaciones de Conventos que a su costa hicieron los primeros pobladores, hasta el extremo de que en ninguno de los de Santo Domingo, San Agustín, y San Juan de Dios (suprimido el de la Compañía), no se ve otro Religioso que el Prior; de forma que, si no fuese por el Colegio de Propaganda Fide que el Rey piadosamente costea, quizá no tuvieren aquellas gentes ni donde oír misa…”
“…En el mismo año de 1574, proveyó el Excmo. Señor Toledo de Alcaldes Ordinarios, Regidores, Procurador, y Mayordomo al Cabildo de San Bernardo de Tarija que acababa de erigirse, por provisión despachada en 19 de mayo, con facultad al mismo para elegir sus Alcaldes en los años sucesivos, y al Justicia mayor a confirmarlos. Esta misma facultad quedó revocada en 1593, y reintegrada en 1654. En esta última fecha se hallaba la provincia en un estado tan floreciente, que pudo nombrar y enviar a la Corte un Procurador que solicitase de la Piedad del Rey varias mercedes, y entre ellas la de erigir en Obispado la Villa de Tarija, agregando a esta Provincia el Corregimiento de Pilaya el de Lipes, y el de Chicha, con los pueblos de Cochinoca, Casabindo y Humahuaca. S.M. no tuvo a bien acceder a esta pretensión; aunque los solicitantes expusieron qué todos los provincianos se hallaban sin el Sacramento de la Confirmación, por no haberse verificado la visita Episcopal en más de 50 años…”
Asimismo, en la edición número 39 de 15 de mayo de 1791 (páginas 37 y 38), podemos conocer qué:
“…la provincia de Tarija confina por el Sur con la jurisdicción de Jujuy: por el N. con la de las villas de Pilaya y Pispaya que hubo en otro tiempo y se arruinaron, según se ha dicho: por el Oriente con las pampas de los indios inconquistados, y por el Poniente con el considerable río nombrado de San Juan, el que la deslinda con el Partido de Chichas, y el valle de Cinti. Divídase en quatro Curatos, y son San Bernardo de Tarija, San Lorenzo, que antes se llamaba Tarija La Vieja, la Concepción y Chaguaya…”
“…San Bernardo pueblo de Españoles y Villa tiene Cabildo Secular, Iglesia Matriz, y quatro Conventos según llevamos insinuado. Está situado en una hermosa llanura con riego, y sus calles a nivel: su terreno es fertilísimo, pero lo aprovechan solo para maíz, y criar ganado de cerda, cuyos frutos, las maderas, y demás de semejante naturaleza se expenden en la sierra…”
“…San Lorenzo al pie de las Montañas dista 97 leguas de Potosí, y 3 de Tarija, y goza del mismo temperamento y feracidad. Tiene por regulación 12 leguas casi en cuadro con parte de la Puna, con una población competente de españoles. Al principio estos dos Curatos fueron los únicos que tuvo el Partido; pero al cabo de algunos años fue preciso subdividir este último, por el aumento de terreno y de gentes que continuamente recibía, ya con las nuevas conquistas, ya con las emigraciones de las otras Provincias limítrofes. Según su actual extensión comprehende la frontera de Las Salinas distante 25 leguas de Pueblo principal, donde administran los Santos Sacramentos los Padres Misioneros de Propaganda Fide con dependencia del Cura Rector…”
“…La Concepción se erigió en Curato por la desmembración insinuada. El discurso del tiempo, y el incremento de pobladores acarrearon la misma necesidad de subdividirlo. En este Curato se hallan las Haciendas de la Angostura, la Misericordia, y otras que están pobladas de viñas. En ellas se cosechan vinos excelentes, de los que hay poca extracción, por consumirse la mayor parte en la Provincia misma…”
“…Chaguaya, que antes hacía un mismo Curato con el antecedente, está en los extremos del Partido. Tiene dos anexos, uno en Padcaya, donde por más comodidad reside el Cura; y otro en el Valle de Bermejo que se le sigue de un cañón de 10 leguas todo poblado regularmente, y con proporciones de extenderse a la otra parte del Oriente, y el valle de Tariquéa, donde se han establecido unos pocos indios fugitivos de las Misiones, que se destruyeron en la sublevación del año de 1727 de que ya hemos hablado. otro tiempo y se arruinaron, según se ha dicho: por el Oriente con las pampas de los indios inconquistados, y por el Poniente con el considerable río nombrado de San Juan, el que la deslinda con el Partido de Chichas, y el valle de Cinti. Divídase en quatro Curatos, y son San Bernardo de Tarija, San Lorenzo, que antes se llamaba Tarija La Vieja, la Concepción y Chaguaya…”
“…San Bernardo pueblo de Españoles y Villa tiene Cabildo Secular, Iglesia Matriz, y quatro Conventos según llevamos insinuado. Está situado en una hermosa llanura con riego, y sus calles a nivel: su terreno es fertilísimo, pero lo aprovechan solo para maíz, y criar ganado de cerda, cuyos frutos, las maderas, y demás de semejante naturaleza se expenden en la sierra…”
A base de las anteriores trascripciones, no podemos soslayar un acontecimiento esencial que definitivamente consolidó la vida religiosa de Tarija: el largo proceso que significó La erección de la Diócesis de Tarija, que de acuerdo al “Mercurio Peruano” se inició el año de 1654 pero resultó un rotundo fracaso. A este capítulo, debemos agregar otro que, definitivamente cambio la línea de la historia social, política y religiosa de Tarija.
TARIJA Y LA CREACIÓN DEL OBISPADO DE SALTA
Para contextualizar todo lo referido al Obispado de Salta, hemos accedido a una rica bibliografía argentina que nos permitirá adentrarnos a una desconocida, pero rica historia que involucra a Tarija. Nuestro agradecimiento a Emiliano Sánchez Pérez (sacerdote e historiador a quien conocí en Salta en junio de 2006 y me obsequió su trabajo referido al Obispado de Salta y Mons. Nicolás Videla del Pino), María Irene Romero, Sara Emilia Mata, Ercilia Navamuel, Rodolfo Leandro Navamuel, Armando Raúl Bazán, Atilio Cornejo, Guillermo Furlong, Julio C. González, Eduardo Pérez Torres, Emilio Ravignani, Caro Figueroa y al Archivo y Biblioteca Históricos de Salta cuya directora y personal coadyuvaron en nuestra búsqueda. Un agradecimiento especial al Excmo. Arzobispo de la Arquidiócesis de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello y; en la Ciudad de Tarija, a Mons. Francisco Javier del Río Sendino, Obispo de la Diócesis de Tarija y a Ciro Bernardino Donaire Castillo, Secretario de la Cancillería del Obispado de Tarija.
Corría el año de 1807. El Rey de España remitió la Real Cédula al Virrey de Buenos Aires sobre la División del Obispado de Córdoba del Tucumán y Erección de uno nuevo que se titulará de Salta. Parte del texto, dice:
El Pardo, 17 de febrero de 1807.
El Rey,
Virrey Gobernador y Capitán General de las Provincias del Río de la Plata, y Presidente de mi Real Audiencia de Buenos Aires:
El Gobernador Intendente de Córdoba del Tucumán, Marqués de Sobremonte, me propuso la utilidad que resultaría a la Iglesia y al Estado, en la división del Obispado de Córdoba en dos, quedando el uno en la misma ciudad, con todo el distrito de la Provincia de su nombre, y los tres partidos de Mendoza, San Juan y San Luis de La Punta de la Provincia de Cuyo, perteneciente del obispado de Chile. Y el otro en la Ciudad de Salta, compuesto de toda la Provincia de este nombre, y de los partidos de Chichas y Tarija, perteneciente al Arzobispado de Charcas, exponiendo muy circunstanciadamente las ventajas que de esta separación recibirían aquellos mis vasallos, en las presentes visitas de su pastor, de que carecen por la situación local de su terreno. Añadiendo que, siendo las interesadas en la división, las Iglesias de Charcas y Chile, no dudaba de que sus dignos Prelados querían mejor separar de sus respectivas diócesis, las mencionadas provincias, que retenerlas, cuando por su excesiva distancia, no pueden ser atendidas de su pastoral solicitud…”
El nuevo Obispado de Salta tendrá todo el terreno y jurisdicción de la Intendencia de este nombre, y es la capital de Salta, San Miguel de Tucumán, Santiago del Estero, San Ramón de Nueva Orán, Catamarca, Jujuy, a que he mandado se agregue todo el partido de Tarija, de la Intendencia de Potosí, que pertenecía al Arzobispado de Charcas, cuyo Partido he resuelto se ponga bajo la jurisdicción del nuevo Obispo de Salta y de la Intendencia, separándole de la de Potosí y de dicho Arzobispado, haciendo más útiles sus desvelos por su inmediación al Chaco, y sus reducciones.
Y habiéndome servido mandar a mi Ministro en la Corte de Roma impetrase las Bulas Pontificias correspondientes, con arreglo a la instrucción que a este fin le dirigí, remitió el decreto en que su Santidad concedió la referida división cometiendo la ejecución de todo al reverendo Obispo que fuese de mi real agrado. En consecuencia me serví presentar para el nuevo Obispado de Salta, al reverendo Obispo del Paraguay Don Nicolás Videla del Pino, y encargará este Prelado, la ejecución de lo resuelto, entendiéndose que para la demarcación de límites de dicha Diócesis, ha de proceder con asistencia y acuerdo de los Intendentes de Córdoba y Salta, mis vice patronos, y por sí, a la erección de la Iglesia Catedral y su Cabildo, a la formación de sus estatutos y reglas de coro, y lo demás que convenga a los fines a que se dirige, importantes al servicio de Dios y míos, al bien de aquellos fieles vasallos, de que respectivamente me darán cuenta, para la real aprobación, que corresponda como se les previene en Cédulas de la fecha de esta.
Y he resuelto, al mismo tiempo, que vos arregléis precisamente dentro de un año, el ramo de sisa, destinado a fronteras y que el reverendo Obispo de Chile, no quede exento de la pensión de la Orden de Carlos III, pues aunque se le segrega la Provincia de Cuyo, le queda suficiente renta para su dotación, prorrateándose el subsidio de millones, lo que a cada uno corresponda para no perjudicar a este ramo; encargándose también al nuevo Obispo de Salta, haga la visita Diocesana, cuanto antes, a fin de que con conocimiento de todo y la cuenta que debe dar, se puedan ir proporcionando las ventajas consiguientes a dicha división. Todo lo cual os prevengo para que cuidéis se verifique por aquellos medios de suavidad, proporcionadas al intento, por ser así mi voluntad.
Fecha en el Pardo, a diecisiete de Febrero de mil ochocientos siete.
Yo, el Rey.
Yo, Don Silvestre Collar, Secretario del Rey, nuestro señor, lo hace escribir por su mano.
De esa manera, el vasto territorio de Tarija y; que el año de 1784 fue creado como Partido dependiente de la Intendencia Gobernación de Potosí por disposición del Juan Pino Manrique, que lo separó del Partido de Chichas. En esas circunstancias el Rey de España mediante Real Cédula de 17 de febrero de 1807 dispuso que Tarija pasará a formar parte de la recién creada Intendencia Gobernación de Salta de la jurisdicción del Virreinato de Buenos Aires Río. Esa determinación se hizo efectiva a partir del 24 de marzo de 1808. Razón por la cual, Tarija y su población dejaron de formar parte de la jurisdicción de la Intendencia Gobernación de Potosí y; por ende, del Virreinato de Lima.
Para el fiel cumplimiento de dicha disposición, el mismo Rey Carlos IV, emitió otra Real Cédula, cuyo texto, señala:
Aranjuez, 14 de agosto de 1809
Don Carlos, por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, Aragón, de las Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Alferizas, de Gibraltar, de las Islas de Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales [ilegible] y tierra firme, del mar Océano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante y de Milán, Conde de Abypurg, de Flandes, Farol y Barcelona, señor de Vizcaya y de Molina, etc.
Al Gobernador Intendente de la Ciudad y Provincia de Salta, y demás jueces y justicias a quienes corresponda:
Sabed que habiéndome dignado resolver se exija un nuevo Obispado que se titule de Salta, fui servido por mi Real Decreto de 07 de Septiembre de mil ochocientos seis, presentar para esta Mitra al Reverendo Obispo del Paraguay Don Nicolás Videla del Pino. Y habiéndosele despachado sus Bulas y presentándose en el referido mi Consejo de Cámara, suplicándome que, conforme al tenor de ellas, mandase darlas el pase y expedir el correspondiente despacho, para servir su Obispado, percibir los frutos y rentas de él, y poner sus Provisores, Vicarios y Oficiales.
En su vista, y de lo expuesto por mi Fiscal, lo he tenido a tiempo bien, y en su consecuencia:
Ordeno y mando a todos y a cada uno de vosotros, que reconociendo las Bulas originales, o su trasunto en forma jurídica, observen su tenor, dando y haciendo dar al nominado Don Nicolás Videla del Pino la posesión de ese Obispado, y que le tengáis por tal Prelado de él, dejándole hacer su oficio pastoral, y usar y ejercer su jurisdicción por sí, y para sus Vicarios y Oficiales, en aquellos casos, en que según derecho, por la Pontificias y Leyes de mis Reinos, lo puede y debe ejecutar, estando advertido de que en conformidad de lo dispuesto en la Ley primera, Titulo séptimo, Libro primero de la Recopilación de Indias, debe hacer primero ante Escribano Público, el juramento acostumbrado de guardar y cumplir todo lo perteneciente a las regalías y derechos de mi Real Patronato, como el que no irá, ni vendrá, en cosa alguna contra lo comprendido en él. Y que asimismo observará la Ley décimo tercia, título tercero, Libro primero de la Recopilación de estos Reinos de Castilla, no estorbando la cobranza de mis derechos y rentas reales, ni la de los Novenos, que, en los diezmos de esa Diócesis, me pertenecen, sino que antes bien ayudará para que los Ministros a quienes toca, los recojan llanamente, y sin contradicción alguna.
Y bajo de estas calidades, os ordeno asimismo dispongáis se le acuda con todos los frutos, rentas, diezmos, réditos y demás cosas que le pertenecieren conforme a la erección de esa Iglesia, luego que haya pasado a residir personalmente en ella, y no antes, como se haya dispuesto en el Breve de Gregorio Décimo Tercio, y previene la Ley segunda, título séptimo, Libro primero, y la Real Cédula circular de 10 de Agosto de mil ochocientos uno, y bajo la pena, que dicha Ley impone, a los Deanes y Cabildos, que acuden con los frutos corridos a los Prelados, sin haber ido a residir personalmente a sus iglesias.
Y de esta mi Real Provisión se tomará razón en las Contadurías Generales de la distribución de mi Real Hacienda y el de mi Consejo de Indias, dentro de dos meses de su data. Y pasados, sin haberlo hecho, los ministros a quienes corresponda su ejecución, no le darán cumplimiento. Y también se tomará por los oficiales de las cajas de mi Real Hacienda, de esa Ciudad de Salta, los cuales notarán, quedan aseguradas o satisfechas la mesada eclesiástica, que debe satisfacer el mencionado Obispo, por razón de esta presentación, así de lo que corresponda a la gruesa de diezmos, que me pertenecen por privilegio apostólicos, como a los otros emolumentos y obtenciones, con más el diez y ocho por ciento de su conducción a estos Reinos, percibiéndola del Subdelegado de Cruzada de dicho Obispado. De cuyo cargo ha de ser el cómputo de ella, su cobranza y costas, dentro de cuatro meses de haber tomado posesión el mencionado Prelado, con arreglo a lo dispuesto en la Real Ordenanza de Intendentes, y Breve de su Santidad de veinte de Mayo de mil setecientos noventa y uno, inserto en Real Cédula de 04 de Febrero de mil setecientos noventa y dos, sin cuyas circunstancias, quedará igualmente nula esta gracia.
Dado en Aranjuez, a 25 de Mayo de mil ochocientos siete.
Yo, el Rey.
Yo, Don Silvestre Collar, Secretario del Rey, nuestro señor, lo hace escribir por su mano.
En ese contexto geográfico, cronológico e histórico, todos los pueblos que pertenecían al Virreinato del Río de La Plata (incluyendo el Alto Perú), fueron testigos y protagonistas de la Revolución de 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires y; cuyas consecuencias, son harto conocidas.
La Diócesis de Salta fue creada por el Papa Pio VII por Bula del 28 de marzo de 1806 por la Constitución Apostólica Regalium Principum, designó a Mons. Nicolás Videla de Pino como primer Obispo de Salta y; en la Reducción de Abipones, el 13 de junio de 1808, tomó posesión. Nicolás Videla del Pino, nació en Córdoba el 15 de septiembre de 1740 y; falleció, el 16 de marzo de 1819.
Hasta acá, y con toda la documentación expuesta, podemos decir qué, el primer Obispo que tuvo Tarija fue Nicolás Videla del Pino –con sede en Salta-, ser humano de elevados dotes morales y; una verdadera eminencia eclesiástica.
Por otra parte, los pueblos de Tarija, del Alto Perú y de las Provincias del Rió de La Plata fueron protagonistas de un hecho inédito en la Historia de Sudamérica: la secesión de Tarija. Esa historia, es larga, traumática y muy compleja. Finalizó el 19 de noviembre de 1826 con la promulgación de la Constitución Política del Estado de Bolivia, que reconoce al territorio de Tarija como Provincia de la República de Bolivia. A partir de ese hecho definitorio, existe una interesante cronología que vale la pena conocer.
CREACIÓN DEL OBISPADO DE TARIJA
Por Ley de 22 de noviembre de 1826 del Congreso General Constituyente de Bolivia, la Provincia de Tarija se reincorporó al Arzobispado de Charcas e instruyó que el Gobernador Eclesiástico designe un Previsor en dicha Provincia de Tarija.
Tarija, como jurisdicción Eclesiástica dependió del Arzobispado de La Plata hasta 1807. Siendo Papa S.S. Pio VII pasó a depender del recién creado Obispado de Salta hasta septiembre de 1857.
El 23 de septiembre de 1857, el Papa S.S. Pio IX por un Prescrito Pontificio le reincorporó al Arzobispado de La Plata con sede en Chuquisaca siendo ésta una de sus Vicarias hasta el 10 de noviembre de 1924. Por Resolución de 4 de febrero de 1858 el Gobierno de Bolivia dio el Visto Bueno al rescripto de S.S. Pio IX de 23 de septiembre de 1857.
Por Ley de 18 de enero de 1919 promulgada por el Presidente José Gutiérrez Guerra, se creó el Vicariato Apostólico del Sudeste cuya jurisdicción comprendía a Provincias de los Departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
Mediante Ley de la República promulgada por el Presidente Constitucional Bautista Saavedra el 11 de octubre de 1924 se crearon los Obispados de los Departamentos de Potosí, Oruro y Tarija.
Fue durante el Papado de Pío XI (1922 – 1939), que nació el Estado Vaticano, con motivo de la firma de los Acuerdos de Letrán con Mussolini (1929). Condenó al nazismo y al antisemitismo. Se ausentó del Vaticano cuando Hitler visitó a su aliado Mussolini en Roma. En esa etapa de cambios profundos en el seno del catolicismo a nivel mundial, que se instituyó la Diócesis de Tarija.
De esa manera, la Diócesis del Departamento de Tarija, con sede en la ciudad de Tarija, fue erigida por el Papa Pío XI mediante la Constitución Apostólica “Praedecessoribus Nostris” de 11 de noviembre de 1924. Paralelamente, la antigua y célebre Iglesia Matriz de Tarija de la Orden de San Ignacio de Loyola (Jesuitas), fue elevada al rango de Catedral.
A lo largo de nuestra historia republicana, Tarija tuvo seis Obispos. La cronología respectiva, es la siguiente:
1. Bajo el Pontificado de Pio XI, el 15 de noviembre de 1924 fue elegido Raymundo María Font y Farrés (Congregación Cordimariana), como Primer Obispo de la Diócesis de Tarija y consagrado como tal, el 15 de marzo de 1925 y tomó posesión el 5 de abril del mismo año, adhiriéndose de esa manera el pueblo tarijeño a la conmemoración del Primer Centenario de la Creación de la República de Bolivia.
2. Fue durante el Pontificado de Pío XII (1939 – 1958), que se consagró al Segundo Obispo de Tarija, de esa manera, el 20 de febrero de 1944 R. P. Juan Nicolai (Orden de San Francisco), fue consagrado como segundo Obispo de la Diócesis de Tarija quien tomo posesión a inicios de junio del mismo año.
El 9 de junio de 1948 arribó a la Ciudad de Tarija en visita protocolar el Excmo. Obispo de la Diócesis de Salta (Argentina), Mons. Roberto Tabella, atendiendo la cordial invitación de Ciscar respectivos, Cabezas, Alcalde Municipal y de Carlos Blacud Jofré, Presidente del H: Concejo Municipal. En esa oportunidad, fue declarado “Huésped Ilustre”.
3. Fue Pablo VI (1963 – 1978), quien consagró el 6 de enero de 1969 a Abel Costas Montaño como Obispo de la Diócesis de Tarija y; el 11 de diciembre de 1974 tomó posesión en la Catedral de Tarija y; su mandato duró hasta octubre de 1995. Falleció en la Ciudad de Cochabamba el 11 de febrero de 2015.
4. Juan Pablo II (1978 – 2005), fue el primer papa polaco de la historia. Conservador en la doctrina y opositor tanto del comunismo como del capitalismo. Se caracterizó por su carisma y energía y por su gran popularidad entre los jóvenes, para los que creó la Jornada Mundial de la Juventud. En ese marco histórico, el 11 de noviembre de 1992, el sacerdote Adhemar Esquivel Kohenque, fue consagrado como Obispo Coadjutor y; el 6 de enero de 1993, tomó posesión el 6 de enero de 1993. Recién el 26 de octubre de 1995 fue posesionado como Obispo Titular de la Diócesis de Tarija en la Catedral. Falleció en la Ciudad de Tarija el 17 de julio de 2013 y; sus restos mortales, se encuentran en la Catedral de la misma ciudad.
Habiendo cumplido los 75 años de edad Mons. Adhemar Esquivel Kohenque el 31 de mayo de 2004, el Papa Juan Pablo II nombró al sacerdote de la Orden de Los Carmelitas, Alberto Brincat, como Administrador Apostólico de la Diócesis de Tarija, función que desempeñó desde el 2 de junio de 2004 hasta el 30 de marzo de 2006.
5. El Papa Benedicto XVI, consagró a Francisco Javier del Río Sendino como Obispo de la Diócesis de Tarija el 30 de marzo de 2006 y; tomo posesión, el 1 de abril de 2006 en la Catedral de Tarija. Habiendo cumplido la edad estipulada por el Vaticano, se acogió a la jubilación y; en acto oficial y protocolar a realizarse el lunes 9 de diciembre de 2019 en la Parroquia de la Virgen de Guadalupe (Barrio SENAC), a horas 19:00 se despedirá de la feligresía de la Diócesis de Tarija ante el Párroco y meritorio ciudadano Juan Vega Baldiviezo.
6. Su Santidad Francisco, el 11 de octubre de 2019 eligió como Obispo de la Diócesis de Tarija a Fray Jorge Ángel Saldías Pedraza, quién tomará posesión en acto oficial y protocolar el 12 de diciembre de 2019 a horas 19:00 en el Templo Parroquial de la Santa Cruz (Barrio Los Chapacos), ante su Encargado Padre Juan Gabriel Apaza Chambi, la comunidad católica y población de Tarija en general.
Como necesarios antecedentes, debemos decir qué, Mons. Jorge Ángel Saldías Pedraza, nació el 13 de agosto de 1968 en Buena Vista (La Arboleda), Provincia Ichilo del Departamento de Santa Cruz.
El Papa Francisco, el 25 de marzo de 2014 nombró a Fray. Jorge Ángel Saldías Pedraza O.P., como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz y; el 5 de junio de 2014, recibió la Ordenación Episcopal de Mons. Edmundo Abastoflor.
Elías Vacaflor Dorakis
Tarija, (verano), 30 de noviembre de 2019
Publicado en: Nuevo Sur- Bolivia