Algunos fieles ya comenzaron a peregrinar al santuario. Ayer los diferentes servicios estuvieron repletos de gente, al igual que la plaza y los negocios
Iver Melgar Oliva casi todos los domingos visita el santuario para rezar, prenderle velas a la Virgen de Cotoca y participar del servicio religioso de media mañana. Para el próximo fin de semana tiene organizada la caminata que harán con su familia para cumplir una promesa por la salud de su madre que ya está entradita en años.
“Mi mamá está un poco delicada y por eso es que con mis hermanas vamos a venir caminando el próximo domingo, para celebrar la fiesta de la ‘Mamita’, esperando un milagro”, contó.
Marioly Hurtado también estaba ayer en Cotoca junto con su esposo y sus tres hijos. Ellos son muy devotos de la Virgen y frecuentan muy seguido el santuario; sin embargo, a diferencia de Iver, este año no podrá realizar la caminata porque sus hijos son pequeños y no tiene con quien dejarlos.
Al igual que Iver y Marioly, cientos de feligreses llegaron ayer hasta el santuario para participar de los diferentes servicios que hay a lo largo de la jornada. La plaza central estaba abarrotada de gente, más que en anteriores domingos, según indicaron algunos comerciantes y jaleeros.
Los que más se benefician con la visita de los fieles son los comerciantes que han subido sus ventas y han abarrotado las calles que rodean la parroquia y que han sido cerradas dos cuadras a la redonda. Allí se puede encontrar no solo cuadros o imagen de la Virgen, de Jesús o de los santos, sino también frutas, plantas, anticuchos, arepas, y hasta bisutería, pichicas, de todo tipo, que se ofertan en plena calzada.
La plaza principal está llena de caballos, unicornios y de personas disfrazadas de diferentes superhéroes que son la atracción de niños y grandes. Además de ello, la tamborita que ameniza la jornada y el teatro callejero y personajes como el Camba Calucha amenizan y hacen reír a propios y extraños.
Homilía
Monseñor Sergio Gualberti durante la homilía dominical se refirió al primer Domingo de Adviento que inicia el camino espiritual que durante todo el año ayudará a los cristianos a configurarse plenamente con el Señor Jesús y a revivir los misterios principales de la salvación, como ser Navidad, Pascual, Ascensión y Pentecostés.
“La Palabra nos introduce en este espíritu de espera y de alegría por la salvación ya cercana… Dios nos pide vivir en comunión con su hijo Jesucristo y nos hace una invitación que también es el lema de la fiesta de la Virgen de Cotoca: Con María, a la mesa del pan partido”, resaltó