Iniciamos el tiempo de Cuaresma, 40 días diferentes, que te invito a vivir de forma diferente.
Procura desconectarte, dejar la música que oyes todos los días.
Procura romper con tantas imágenes que te atraen, y te distraen.
Procura echar mano a cosas diferentes, no sólo lo que te satisface, sino lo que le interesa al otro, a esa mano amiga, o a ese desconocido que lo necesita.
Y cuando estés en esto, entra en un camino nuevo… imagina que estás en un desierto donde el horizonte, el espacio más grande, te permite percibir una presencia diferente, una presencia infinita, la de Dios.
Eleva tus ojos al cielo, purifica tu mirada y entra a descubrir la luz más profunda de lo divino que hay en ti y en el mundo. Escucha tu voz interior y la voz de Dios. Sólo necesitas unos minutos de silencio cada día, cuando piensas que es necesario cambiar, crecer, cultivarte.
La Cuaresma es un tiempo nuevo que te permite renovar tu vida, acercarte a Dios, mirar con una mirada más limpia, más afectuosa a todos los que te rodean. Es un tiempo de gracia, un regalo que Dios nos da. ¡Aprovéchalo!
Mons. Tito Solari
Arzobispo de Cochabamba